La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en Andalucía, María Márquez, ha denunciado ante la Fiscalía los ataques, insultos y amenazas que lleva recibiendo a través de sus perfiles en redes sociales.
A través de un comunicado, la portavoz de los socialistas en Andalucía ha anunciado las acciones legales que ha emprendido. "Tras varias denuncias públicas, donde he mostrado mi indignación y mi grito de auxilio ante una reflexión que debe concernir al conjunto de la sociedad, me veo obligada a pedir amparo a la justicia", ha sostenido.
En la misma línea, Márquez ha señalado que "no podemos normalizar como sociedad la violencia, el insulto y el ataque machista". "No hacer nada no es una opción", ha señalado. Asimismo, ha puesto de relieve que la denuncia se produce después de un tiempo sufriendo estos ataques, agravados desde que asumió el cargo. "No es la primera vez que me sucede, pero desde que asumí la portavocía del grupo parlamentario socialista en Andalucía y la vicesecretaría general de mi organización política, estos ataques se han intensificado", ha comentado.
La portavoz socialista ha lamentado que cada vez que se pronuncia en redes recibe insultos como "puta", "rata", "escoria", "que tengo las rodillas peladas" o "lo bien que debo masturbar". "Pido amparo ante la justicia de mi país porque dedicarse a la política, o simplemente opinar en público, no puede equivaler a recibir insultos y acoso sexual o machista como si fuera parte del 'cargo'. Esa lógica perversa nos quiere calladas. Y no lo vamos a permitir".
Al hilo de todo lo anterior, Márquez ha proseguido haciendo referencia a su familia, "que se ve gravemente afectada por estos comentarios y que nada tiene que ver" con su responsabilidad política y ha hecho un llamamiento a las mujeres que, como ella, reciben estos insultos. "Pido a todas las mujeres que estén viviendo situaciones similares -en la política, en la calle, en sus trabajos, en sus redes- que no se callen. Les pido que denuncien, que alcen la voz. Que sepan que no están solas. Porque denunciar no es solo un acto personal, es un acto político. A todas las mujeres que sufren esto -en política o en cualquier ámbito, sea cual sea su ideología- les digo: no lo normalicéis. Denunciad. Levantad la voz. Romped el silencio. No os dejéis convencer de que "es lo que hay". No lo es. No debe serlo", ha sentenciado.
En este orden de cosas, ha concluido la carta con un férrea condena al acoso machista y ha asegurado que no permanecerá callada. "Y que nadie se confunda: no me condiciona lo que otros hayan hecho en mi organización. La corrupción o las conductas impresentables deben ser perseguidas sin contemplaciones. Pero eso no justifica que yo, como mujer, tenga que quedarme callada cuando soy víctima de violencia. No voy a callarme ni a esperar a que llegue el momento adecuado. Cuando hay violencia, cuando hay acoso, se denuncia. Siempre. No se mide. No se calcula. Porque el momento justo es cuando ocurre. Sería doblemente injusto: sufrir la violencia y, además, silenciarla. No pienso hacerlo. Porque ninguna mujer más debería pasar por lo que estoy pasando. Porque no estamos solas", ha finalizado.