Fue durante un desayuno informativo organizado ayer por el diario ABC de Sevilla. El presidente andaluz eligió ese confortable escenario para anunciar las grandes cifras del Presupuesto andaluz de este año, que el Gobierno enviará al Parlamento el próximo 31 de mayo, cinco días después de la celebración de las elecciones municipales y europeas.

El perfil inequívocamente expansivo de las cuentas de 2019 anunciadas por el presidente contrasta con lo que declaraba hace solo dos meses su consejero de Hacienda, Juan Bravo: “Nos critican [los socialistas] –decía en una entrevista en el diario El Mundo firmada por Chema Rodríguez– que no hayamos cogido sus presupuestos, pero no pueden ser los mismos, es un gobierno distinto. Si mantengo una línea continuista de gasto disparado no sólo no podría bajar los impuestos, sino que los tendría que subir. A eso lo llaman recortes, a apagar las luces del edificio lo llaman recortes, yo lo llamo eficiencia”.

El Ejecutivo tendrá que hacer compatible el incremento presupuestario del 5 por ciento, con 1.700 millones más para gastar, con la práctica supresión del impuesto de donaciones y sucesiones.

La sombra de Vox

Al iniciarse el debate presupuestario una vez pasada la cita electoral del día 26, el Gobierno de PP y Ciudadanos conjura el riesgo de que el partido ultra Vox –"tercera pata del cambio andaluz", en palabras del portavoz Elías Bendodo– pusiera en aprietos al Ejecutivo al imponerle condiciones políticamente embarazosas, como la supresión de partidas contra la violencia de género o la memoria histórica.

Si Vox aprieta en la negociación de las cuentas y el Gobierno se ve obligado a ceder para sacarlas adelante, ese comprometido escenario tendría lugar sin ninguna cita electoral en el horizonte, por lo que el coste de una virtual cesión poco honrosa o políticamente perturbadora sería mínimo. 

Las cifras

Anunciado ayer por Moreno como “el más social de la historia” a imitación del mantra propagado por Mariano Rajoy sobre su último Presupuesto estatal, las grandes cifras del andaluz son estas: el montante total asciende a 36.465 millones de euros, un 5 por ciento más que el de 2018; habrá para gastar 1.700 millones más que en 2018, de los cuales 1.000 se destinarán a sanidad, educación y políticas sociales; el déficit previsto será del 0,1 por ciento; la filosofía que los inspira da prioridad a la eficiencia en el gasto, las políticas sociales y el fortalecimiento de la economía para crear empleo; incluirá partidas para actualizar los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 del Metro de Sevilla y para poner en marcha el tranvía de Alcalá.

Los reproches

Para la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, el presidente de la Junta intenta "interrumpir o interferir" en la campaña electoral al anunciar unos Presupuestos expansivos, hasta ahora “escondidos en un cajón” y de los que semanas atrás el consejero de Hacienda dijo que "iban a ser feos, que no iban a ser bonitos, por tanto ¿quién miente, él o el otro?".

En parecidos términos se posicionaba el exconsejero socialista de Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, que en su cuenta oficial de Twitter escribía: “Vaya empanada... Moreno dice [que suben] un 5%... Marín ‘hasta un 5,4%’... ninguno de los dice de dónde salen los ingresos adicionales de casi 300 M€ respecto al borrador de Presupuestos 2019 que dejó el Gobierno anterior. Es este el ‘nuevo rigor’?”.

Se refería Arellano a que el Presupuesto socialista para 2019 preveía, sin rebajas fiscales, un incremento del gasto de 1.400 millones de euros, mientras que el incremento conservador será de 1.700.