Los ataques de Pablo Casado a Vox y su presidente Santiago Abascal no solo están poniendo en apuros a la pata azul del Gobierno andaluz, sino también a su pata naranja. Para Ciudadanos tampoco está siendo fácil nadar y guardar la ropa, es decir, mantener las distancias con Vox y al mismo tiempo no decir nada que pueda molestarles hasta el punto de poner en riesgo la estabilidad del Ejecutivo.

Es lo que ha intentado hoy el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, al decir que “no comparte en absoluto” que el presidente nacional del PP haya calificado a Vox de “extrema derecha”.

Marín ha asegurado que él no le pone nunca “etiquetas a nadie”, aunque es seguro que los socialistas andaluces, que fueron sus socios en la anterior legislatura, o los independentistas catalanes no estarían muy de acuerdo con esa declaración de inocencia del líder naranja andaluz.

El vicepresidente ha vuelto a insistir en su inverosímil pretensión de situar en el mismo plano y con las mismas opciones de pactar los Presupuestos a Vox, al PSOE y a Adelante Andalucía: "Nuestra obligación es hablar de Presupuestos con Vox, igual que lo haremos con el PSOE y Adelante Andalucía".