Mijas ha vuelto a protagonizar un episodio de despilfarro municipal. El Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, presumía hace apenas unas semanas de haber traído a la Costa del Sol la quinta cita del Pickle Pro Tour 2025, un evento que —según su promoción— colocaría a la localidad en el mapa internacional del deporte emergente. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta: gradas vacías, una asistencia mínima y un gasto público que supera los 250.000 euros.

El Consistorio defendió con entusiasmo que el torneo reuniría a 148 deportistas de 11 países entre el 6 y el 9 de noviembre, en un montaje digno de un gran acontecimiento nacional. Se llegó incluso a presentar el evento como “una apuesta por atraer competiciones deportivas de alto nivel y posicionar a Mijas como referente en disciplinas emergentes como el parkour y el pickleball”.

Para ello, el gobierno municipal no dudó en firmar un contrato a dedo —por procedimiento negociado sin publicidad— con la empresa B3 Sportainment S.L., por un total de 332.750 euros, de los cuales 151.250 correspondían al torneo de pickleball y 181.500 al Campeonato de España de Parkour previsto para 2025.

El evento deportivo se convirtió además en una suerte de “prueba de fuego” para el nuevo Gran Parque de la Costa del Sol, aún sin inaugurar oficialmente. El Ayuntamiento restringió el acceso al recinto, limitando la entrada solo por la zona de la Venta La Morena “por razones de seguridad y pruebas de carga”. Sin embargo, el resultado fue tan desolador como irónico con un aforo casi nulo y una atmósfera más desierta que vibrante, como se había prometido.

No en vano, el directo en redes sociales de los partidos de la final, celebrada el pasado domingo, apenas consiguió congregar a más de un centenar de personas al otro lado de la pantalla, sumando unas 2.300 visualizaciones en total en su perfil de Youtube.

El contraste con otras ciudades ha encendido aún más la polémica. En Madrid, un torneo similar de pickleball se contrató por apenas 25.000 euros, lo que deja en evidencia el sobrecoste pagado en Mijas por un evento sin repercusión ni retorno económico.

El Ayuntamiento del PP justificó la inversión como una apuesta por el turismo deportivo, pero los hechos muestran otra realidad: ni turistas, ni público, ni impacto económico visible, ni rentabilidad publicitaria Solo una factura desorbitada y un gran parque que permanece cerrado a las familias mijeñas mientras sirve de escenario para una cita que, literalmente, no fue nadie a ver.

Otro gasto para un evento gastronómico

Desde el PSOE de Mijas, su portavoz Josele González no ha tardado en denunciar lo que califica como “un auténtico escándalo”. Según el edil socialista, “tras el fracaso del pickleball que nos ha costado a los mijeños y mijeñas, junto a otro evento, la friolera de 275.000 euros, descubrimos que la alcaldesa Ana Mata y su equipo también se han gastado casi 18.000 euros en una asociación de alta gastronomía. El gobierno tripartito de Ana Mata continúa despilfarrando el dinero público en eventos y actividades que claramente no tienen un impacto económico positivo para nuestra ciudad. A la vista está lo que ha pasado este fin de semana con el pickeball”.

Un pin de 17.908 euros, el más caro de la historia”

Por su parte, el concejal socialista, Roy Pérez, ha criticado que se haya otorgado esa subvención a una “asociación de amigos de alta gastronomía” de Marbella, mientras hay otras de Mijas como ONGs y colectivos sociales necesitadas de ayuda. Curiosamente, la asociación subvencionada ha premiado anteriormente con distinciones creadas por esta, al concejal que ha otorgado la ayuda. Se trata del edil tránsfuga, Juan Carlos Maldonado” quien fue distinguido por la asociación marbellí con una mención en forma de pin: “El pin más caro de la historia, 17.908 euros”, dijo el portavoz del PSOE. También, cuando fue diputado provincial, recibió otra distinción ¡una chaquetilla!

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