El Congreso Federal del PSOE se encuentra cada vez más cerca. Los socialistas se reunirán los próximos 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre para afrontar el futuro político más inmediato de su formación y para analizar un panorama político en el que cada movimiento va a ser decisivo y trascendental. La importancia de esta celebración viene, a juicio de Esther Peña, marcada por el hecho de que "el Partido Socialista es el partido que más se parece a España, y esa responsabilidad requiere de un refuerzo del armazón ideológico del partido para hacer frente a los nuevos retos que afronta nuestra sociedad". Una afirmación que también suscribe el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, que atiende a ElPlural.com para tratar cuestiones tan relevantes como la financiación autonómica, el cambio climático o los retos principales de las sociedades contemporáneas.
Pregunta (P): El próximo Congreso Federal del Partido Socialista, la gran cita de los socialistas españoles, se va a celebrar en Sevilla y usted va a presidirlo. ¿Cree que es un reconocimiento por parte de Pedro Sánchez a usted personalmente y al Partido Socialista Andaluz?
Respuesta (R): Yo entiendo que es poner al Partido Socialista de Andalucía en el lugar donde creo que debe estar. Nadie entendería que no fuera un andaluz y el secretario general de los andaluces, que por cierto, espero, con la confianza que me brinden mis compañeros, volver a ser el candidato a la presidencia de la Junta para lanzar ese proyecto político que queremos para Andalucía. A su vez, se va a celebrar en Sevilla, ciudad en la que he sido alcalde. Por lo tanto, se dan muchas circunstancias y yo creo que el secretario general ha tenido en cuenta todos estos factores.
P: En los congresos federales del Partido Socialista, hace años, la principal duda era quién entraba y quién salía de la ejecutiva federal. Sin embargo, desde que hay primarias, el secretario general tiene todos los poderes, por lo que no hay tanto morbo. Pero en todo caso, ¿cree usted que Andalucía tendrá el peso que le corresponde en la ejecutiva federal que diseñe Pedro Sánchez?
R: No tengo la menor duda. Ya lo tiene, de hecho. En el actual, la vicesecretaria general y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, es andaluza. Los andaluces no nos hemos quejado nunca del peso y de la importancia que el partido, a nivel nacional, ha dado a nuestra Federación. Somos casi el 25% del censo de la militancia del PSOE a nivel nacional. Por lo tanto, es un reconocimiento a la lógica de lo que significa la Federación Andaluza en el PSOE.
En ese sentido, sabemos que el secretario general también tiene en cuenta eso, pero esto va a ser ir mucho más allá: este va a ser el Congreso que realmente renueve el proyecto político para los próximos diez años. Además, estamos hablando de que el PSOE también está en el Gobierno de España. Un Congreso que se celebra cuando tú gobiernas es mucho más que un Congreso de ideas, es un Congreso de proyectos que llevar a cabo.
Es un proyecto desde la experiencia de seis años de Gobierno, con momentos muy difíciles, con crisis superadas a base de determinación, de ideas y de ambición política como la que tiene Pedro Sánchez. Por tanto, estoy convencido de que vamos a tener una dirección renovada, en la que componentes como la juventud, la madurez política y las mujeres van a ser determinantes.
P: Todos los expertos a nivel mundial señalan que los grandes retos de la sociedad del futuro, y para los que todavía la izquierda y la socialdemocracia no parecen terminar de definir su programa, son los grandes movimientos migratorios, el cambio climático y la desigualdad, que se puede ver agravada aún más con la implantación de la inteligencia artificial. Sobre el cambio climático, ¿regadíos o Doñana?
R: Sin duda, el patrimonio natural de Andalucía tiene en Doñana una joya. En España, hablar del patrimonio natural y preservarlo es y debe ser absolutamente compatible con desarrollar una actividad económica que tenga en cuenta que sin ello no tenemos pilares para desarrollar una economía sostenible y, por lo tanto, no solo son compatibles, sino que debe incidirse más en ello cuando se habla de la agricultura o el regadío. Y para que eso sea sostenible a medio y largo plazo es imprescindible una gestión de los recursos hídricos que piense más allá de una explotación intensiva que en muchos casos puede degenerar en situaciones de sequía. No podemos hacer a ciegas un país en el que los recursos naturales, el medioambiente, no sean los elementos protagonista de cómo queremos desarrollar nuestra actividad económica.
P: Por su situación geográfica, Andalucía sufre durísimamente el impacto del cambio climático, la escasez de agua y en su frontera sur, la llegada de migrantes. ¿Qué política cree usted que se debe tener en torno a la llegada masiva de migrantes?
R: Yo creo que lo que está planteando el Partido Socialista. Una política que, en primer lugar, entiende que estamos hablando de personas que vienen en en circunstancias muy difíciles, que exponen su vida y en muchos casos la pierden cuando cruzan el estrecho. Lo primero que hay que tener son recursos, voluntad política y humanidad para tratar esta cuestión.
En segundo lugar, también es necesaria inteligencia, porque cuando esas personas llegan, muchos de ellos, la inmensa mayoría, reconduce sus vidas y se quedan en nuestro país y otros van a otros puntos de Europa. Pero en el caso de España, además, son personas que son absolutamente esenciales en algunos territorios para mantener una actividad económica pujante. Por ejemplo, dentro de mi comunidad autónoma, en Almería, existe una mano de obra que es fundamental, en unos sectores en los que la mano de obra española brilla por su ausencia.
Lo que debemos plantear, a mi juicio, tal y como ha hecho el Gobierno progresista, es la necesidad de una reforma de la Ley de Extranjería para poder afrontar situaciones de crisis migratoria como la que vivió Andalucía en 2018 o la que tiene Canarias en este momento, y atenderlas con recursos, con solidaridad y con una redistribución adecuada a lo largo de España en distintas comunidades autónomas. Esto es tan difícil como que el Partido Popular, que es determinante a la hora de alcanzar un acuerdo de Estado en esta materia, pone antes su estrategia de acoso y derribo al Gobierno de Pedro Sánchez que los derechos humanos y la lógica de establecer una distribución razonable.
Estamos hablando de niños y niñas, de menores, que están bajo las competencias y la responsabilidad de las comunidades autónomas, no del Gobierno. Pero es que, además, el Gobierno no ha dudado ni discutido que sean necesarios recursos extraordinarios. Por lo tanto, en esa reforma va también la posibilidad de que el Estado transfiera más recursos en situaciones de crisis a las comunidades. Es una cuestión de humanidad y de inteligencia, y lo que más me preocupa es que cale que la inmigración es un problema o que estamos siendo invadidos. Son discursos de la ultraderecha que lo que generan es miedo en la sociedad con una falsa sensación de amenaza. En esta cuestión, el Partido Socialista se ha mojado y lo ha hecho también el presidente, yendo a los países de origen y planteando mecanismos para afrontar todas estas situaciones.
El PSOE es el partido que mejor está entendiendo los retos de nuestra sociedad
P: Por último, ¿cree usted que el PSOE ofrece un programa político e ideológico adaptado a la nueva sociedad? Han surgido nuevas profesiones, nuevos estudios, una nueva forma de vivir. ¿El PSOE en España sigue el siglo 20, o va a ofrecer un modelo político de sociedad y de gestión acorde a 2024?
R: El Partido Socialista, y Pedro Sánchez en particular en estos últimos seis años, si analizamos la situación que ahora mismo vive el país, ha conseguido demostrar que la socialdemocracia es capaz de generar riqueza por encima de la media europea, y hacerlo redistribuyendo de manera más justa y más equitativa. Este es el gran triunfo de la socialdemocracia española en Europa y a nivel internacional, y no es casualidad que el liderazgo de Pedro Sánchez nos haya hecho estar entre las economías del mundo que más están creciendo ahora mismo. Por lo tanto, creo que estamos en el camino correcto: el PSOE es el partido que mejor está entendiendo los retos de nuestra sociedad.
En nuestra forma de entender las cosas, es en el cambio climático donde se va a determinar nuestra capacidad para resolver problemas. ¿Se imagina si un año antes de la pandemia nos hubieran avisado de lo que venía y para lo que deberíamos prepararnos? No hubo ni posibilidad ni anuncio previo para ello, pero para el cambio climático sí estamos teniendo señales anticipadas y tenemos que saber que es una obligación y una necesidad para la economía, para las decisiones de la empresa y para lo que tienen que hacer los gobiernos.
España, por su parte, lo ha introducido no solo en su agenda, sino en el centro de sus decisiones. Y eso ha supuesto que elementos de transformación de nuestro aparato productivo, como la apuesta por las energías renovables o la digitalización nos hagan tener el proyecto más vigoroso que hay ahora mismo.
P: O sea, que va a haber algo más de lo que hablar que de Cataluña en ese Congreso. El tema de la financiación es importante.
R: Sin duda, porque además creo que esa asignatura la llevamos bastante bien. La situación de Cataluña demuestra que hemos conseguido el objetivo político de normalizar una situación de fractura constitucional y social. No es poco. Tenemos un presidente socialista en la Generalitat cuando antes teníamos presidentes independentistas. Yo creo que a partir de ahí, lo que tenemos ahora, es un debate sobre recursos económicos y cómo utilizarlos, mientras que antes teníamos un debate sobre la independencia de un territorio de España.
Cataluña plantea una financiación singular. Esto no es nuevo: ya en 2012, el Partido Popular recogía en su programa electoral que la financiación singular para Cataluña era algo que ellos aceptaban y que proponían a través de Alicia Sánchez Camacho. Ahora lo llaman cupo independentista o cupo catalán. El Partido Popular, cuando no le van las cosas bien y no gobierna, crispa el debate y genera el agravio.
Lo plantée en el Comité Federal: esto no va de fomentar el agravio de Cataluña con el resto de territorios de España. Esto va de blindar y asegurar a los ciudadanos que en una circunstancia de crisis económica futura o en unas circunstancias en las que hubiera un gobierno que no crea en los servicios públicos, tengamos un modelo de financiación que asegure unos porcentajes de inversión que haga que dichos servicios no se deterioren. Ese es el modelo de financiación autonómica que necesita España y hay que llevarlo a cabo de una forma equilibrada. No hay ningún problema. Tiene que existir un patrón común que se discuta de manera multilateral y luego una serie de elementos singulares de cada territorio, porque no es igual Castilla y León que Andalucía ni es igual Asturias que la Comunidad Valenciana. Ahora mismo, probablemente el modelo no es justo con territorios como Andalucía, y por ello exigimos también un cambio de modelo.
En resumen, necesitamos un modelo de financiación autonómica que blinde los servicios públicos para que cuando llegue un gobierno de la derecha a este país, no se carguen los servicios públicos como hizo el gobierno del Partido Popular y de Rajoy. Además, nosotros vemos en la financiación autonómica una oportunidad de avance en el autogobierno, para hacer un mejor ejercicio de nuestra competencia en los territorios autonómicos.