Susana Díaz pide “una gran movilización para evitar lo que ha pasado en Andalucía” y el portavoz parlamentario Mario Jiménez alerta de que “en Andalucía la abstención de la izquierda hizo que la derecha y la ultraderecha se pusieran de acuerdo, lo que será un acicate para una gran movilización del voto progresista para el PSOE”.

En el mismo sentido se pronunciaba el líder del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel: “El presidente ha hecho lo que correspondía”.

En privado, algunos socialistas tienen dudas sobre si el 28 de abril era la fecha más idónea para la convocatoria por solaparse la campaña con las fiestas de Semana Santa, pero admiten que el presidente no tenía muchas opciones una vez descartada la coincidencia con las municipales del 26 de mayo.

Mañana mismo los socialistas escenificarán su voluntad de entendimiento con un acto en Sevilla para presentar al alcalde Juan Espadas como candidato a revalidar su cargo. Pedro Sánchez y Susana Díaz serán, junto a Espadas, los protagonistas del mitin.

Más allá de las discrepancias políticas y orgánicas, la dirección federal y la dirección andaluza son conscientes de la importancia de cerrar filas de cara al 28-F. No en vano, muchos analistas han coincidido en que la división interna propició la letal abstención del pasado 2 de diciembre.