Su nombre es María Jesús Piñero, es médico de profesión, dice ser una mujer valiente por dar en su día el paso de dirigir el partido en Sevilla y ahora acaba de abandonar abruptamente la presidencia de Vox porque se siente ninguneada por la dirección nacional que preside Santiago Abascal. No obstante, Piñero mantendrá su acta de parlamentaria andaluza.

En una dura carta abierta, Piñero no se muerde la lengua: “Hace ya más de un año –escribe– se ha creado en Vox Sevilla una estructura paralela al margen de la voluntad democrática de los afiliados, protagonizada por determinados personalismos y apoyada por Vox España, al margen del ordenamiento estatutario, que ha desplazado al Comité Ejecutivo Provincial y, cómo no, a mi presidencia y a todo el que no se alinee a la misma”.

Crisis generalizada

Con la renuncia de la presidenta de Sevilla, suman ya seis las provincias andaluzas donde ha habido dimisiones sonadas por diferencias no propiamente ideológicas, sino orgánicas y de lucha de poder, según recuerda hoy el diario Abc de Sevilla.

El problema, en todo caso, no se da solo en Andalucía, ya que en numerosas provincias del resto de la geografía se han producido sonadas dimisiones en el denominado por algunos medios conservadores como "el partido de la nueva derecha".

Piñero dice en su carta que confiaba en que el partido “fuera leal” con ella, pero no ha sido así: “Este gobierno del partido paralelo, ha estado prefiriendo perjudicar al partido con tal de desplazar y retirar a cualquier persona que pudiese destacar por trabajadora, inteligente, preparada y capaz que fuese”.

Piñero cerró en Sevilla la campaña de las elecciones generales de abril de 2019 junto al defenestrado Francisco Serrano, cabeza de lista en las autonómicas de 2018 y cara visible del partido en el Parlamento andaluz hasta su marginación casi total en beneficio de Alejandro Hernández, actual portavoz.

La presidenta dimisionaria se siente muy dolida con sus jefes nacionales por el mal trato dado a compañeros que no lo merecían:

“Personalmente he soportado lo indecible, he visto cómo se os apartaba de redes sociales y medios de comunicación, de merecidos puestos y de áreas de trabajo para las que estabais perfectamente cualificados. Cuántos proyectos se han perdido por el celo de los que no querían ceder protagonismo y eran incapaces de ejecutarlos con recursos propios. Pero hay determinadas cosas que no estoy dispuesta a soportar y concreto. No voy a tolerar que se juegue irregularmente con los recursos económicos de los afiliados para lanzar la carrera política y las ambiciones de unos pocos, que fuera de todo talento, solo buscan su proyección personal".

Todo por España

En su misiva a los militantes, escribe también Piñero: “Lo hemos dado todo por recuperar una España soñada, anhelada y que dábamos por perdida. Hemos devuelto la esperanza a muchos españoles que se sentían abandonados y que han apostado todo por Vox en general y, en particular, aquí en Sevilla, por mí, ¡qué grandes sois! En cambio, he visto como el proyecto tomaba una deriva que no ha gustado a nadie, basada en relaciones de poder, soberbia y miedo”.

Piñero detalla así la cronología de la crisis:

“Hace diez días envié un burofax a las más altas instancias del partido para que estos problemas fuesen subsanados de manera fulminante, obteniendo la negativa y la amenaza por respuesta. Queridos afiliados, es por este motivo que tengo el deber y la responsabilidad de presentar con enorme tristeza mi dimisión irrevocable como presidenta de Vox Sevilla. Espero vuestra comprensión y os llevaré siempre en mi corazón. Sois la gran esperanza de esta gran nación”.