Como cada verano, la avenida de República Argentina se siembra el temor de las personas que lo habitan que, ante la oleada de robos, se ven obligados a no dejar sus casas vacías, cancelar sus vacaciones y vivir con miedo.
Es verano, muchos sabedores de la falta de vigilancia y la riqueza que caracteriza la zona hacen su verdadero “agosto” en estas calles del barrio de Los Remedios. Las presiones aumentan entremezcladas con la necesidad de seguridad.
De nuevo hemos asistido el pasado mes de julio a un conflicto laboral, otro más, de la policía de Sevilla. Ante eventos con gran afluencia de público, reordenación del tráfico en la ciudad (por ejemplo, con la llegada a la capital andaluza de una etapa de la Vuelta Ciclista a España) y la falta de seguridad en el barrio noble hispalense, la Policía Local de Sevilla recuerda al gobierno popular de José Luis Sanz que no han cobrado aún todo lo que se les adeuda de su trabajo en las fiestas de primavera y Navidad, y amenaza con no trabajar horas extraordinarias.
Mientras tanto, los vecinos preocupados por lo que les ha tocado vivir con la presencia en sus viviendas de personas que querían ocuparlas tras protagonizar todo tipo de engaños, han decidido crear grupos de WhatssApp para evitar que otros puedan caer en las mismas trampas.
Se aviva el controvertido refuerzo de Policía Local
El conflicto del verano, sumado a las presiones de Semana Santa, siempre desemboca en promesas y acuerdos con el Ayuntamiento que se compromete a pagar las cantidades atrasadas a la mayor brevedad posible.
También el Consistorio ha anunciado que empezará los trámites para elaborar una nueva RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de la Policía Local que contemple un refuerzo verdaderamente efectivo de plantilla. El Ayuntamiento asegura que se pasará de los 1.259 policías actuales a 2.070. Un incremento de más de 800 agentes, lo cual es inviable en tres años que le quedan al actual alcalde de mandato.
Tal cifra de agentes no es entendible si se tiene en cuenta que la actual RPT -que los propios policías consideran desfasada a pesar de que se aprobó en 2017-, contempla una plantilla de casi 1.500 agentes y nunca se ha estado cerca de alcanzar esa cantidad de agentes de seguridad.
Las cuentas no salen: 800 policías en tres años no es viable
La ampliación de la plantilla es una necesidad absoluta para este cuerpo, que ha visto incrementado año tras año su presupuesto destinado a pagar servicios extraordinarios antes la imposibilidad de cubrir todo el trabajo con turnos de trabajo ordinarios. Situaciones como la de los robos de verano, la falta de seguridad, los eventos multitudinarios y las jubilaciones de los agentes de seguridad avivan el dilema.
Si el Ayuntamiento pretende incorporar a 800 policías en tres años, tendría que crear un mínimo de 300 plazas por ejercicio, ya que hay que tener en cuenta también las jubilaciones. La de la Policía Local es una plantilla envejecida y los agentes pueden dejar de trabajar a los 59 años. Estos números, a día de hoy, carecen de credibilidad si se tiene en cuenta que nunca antes en los últimos mandatos se crearon siquiera 300 puestos en el conjunto de los cuatro años.
Ni obviando todos los demás servicios públicos que dependen del Ayuntamiento y centrando todos los esfuerzos en la policía se podrían alcanzar estos números. Distinto es que se trate de un proyecto a largo plazo -diez años, por ejemplo- pero para eso quizás haga falta una explicación algo más detallada por parte del Partido Popular que gobierna Sevilla.
Con la información difundida hasta la fecha, cuesta creer que el Consistorio tenga un plan serio para solventar el problema de las carencias que tiene la Policía Local. Cada vez acontecen más eventos en la ciudad hispalense que obliga a desplegar un considerable número de agentes para atender tanto el dispositivo de seguridad como el de cortes de tráfico.