La crisis de los cribados del cáncer de mama en la Sanidad Pública de Andalucía, que ha dejado a más de 2.000 mujeres en situación de incertidumbre sobre la validez de sus diagnósticos sobre esta enfermedad, se ha convertido en un asunto de primer orden mediático y político no solo en la autonomía dirigida por Juan Manuel Moreno Bonilla, sino a nivel nacional, ya que en otras autonomías también se ha convertido en un tema de debate para evitar problemas similares en el futuro. No obstante, como es evidente, donde más repercusión y alcance ha tenido la situación ha sido en la propia Andalucía, donde los socialistas, desde la oposición, valoran la situación como un momento en el que el PP "está muy nervioso" y en el que Moreno Bonilla se ha "ayusizado".
Fuentes socialistas consultadas por ElPlural.com consideran que la credibilidad del Ejecutivo andaluz en general y de Moreno Bonilla en particular se ha visto afectada por esta crisis. "Se ha puesto en cuestión la credibilidad de las palabras del Gobierno andaluz y se ha evidenciado un estilo político basado en fabricar mentiras, atacar a todo el mundo y culpabilizar para no asumir responsabilidades", han lamentado, en referencia a la actitud adoptada por Moreno Bonilla para con las víctimas y afectadas, a las que ha llegado a afear que se manifiesten frente a San Telmo, y en la misma línea, del nuevo consejero de Salud, Antonio Sanz, que acusó a las afectadas de haber generado "una enorme alarma social". A juicio de los socialistas andaluces, estas actitudes "muestran la cara más fea del PP".
"La ciudadanía no percibe este hecho como un error puntual. Es un escándalo que ha abierto un relato de deterioro estructural de los servicios públicos, con la Sanidad pública en Andalucía muy dañada en su conjunto y que, además, se contagia al resto de servicios. Otras ramas de lo público como la educación, la dependencia, el 112 o el Infoca han aprovechado para denunciar lo delicada que es también su situación", denuncian los socialistas andaluces, que también inciden en que, tras hechos como este, "se percibe un destrozo del modelo público" y que "la ciudadanía empieza a vincular al PP con el deterioro generalizado de los servicios públicos".
"Se ha alineado con los estilos de Ayuso y Mazón"
En el mismo sentido, las mismas fuentes valoran que la actitud a la defensiva de Moreno Bonilla lo acercan a posturas más radicales dentro del propio Partido Popular, como pueden ser las de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o del presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, no tan polarizado como Ayuso pero sí acostumbrado a los reproches a la oposición y al mal encaje de las críticas por la gestión de la DANA. A su juicio, este giro de timón provoca que Bonilla se aleje de su presunta posición centrista y que se desplace hacia alas más radicales de la derecha.
"Este movimiento lo aleja de un espectro electoral amplio, reduciendo significativamente el espacio al que el PP andaluz se dirigía. Viene, además, en un marco electoral complejo, ya que la ultraderecha les está disputando votos y empujándoles a posiciones más extremas", señalan, conscientes de que esta situación puede generar "un marco completamente nuevo y profundamente transformado para las próximas elecciones" ante el que el PP está "muy nervioso".
Por la parte que a ellos les corresponde, los socialistas ven en esta situación una oportunidad para movilizar al electorado progresista, tanto de su cuerda como de la izquierda del PSOE, representada en Sumar, IU, Adelante Andalucía, Podemos y otras formaciones. "La indignación por causas como esta y el deterioro de los servicios públicos puede ser un importante incentivo para movilizar a un electorado que podría no estar muy convencido de ir a votar previamente", exponen, añadiendo que, a su juicio, "María Jesús Montero es un valor para aglutinar ese espacio por su perfil progresista".
El terremoto llega a Génova 13
Por otra parte, cabe destacar que aunque el epicentro de esta crisis haya sido Andalucía, las ondas sísmicas también han hehco retumbar los cimientos de Génova 13. El motivo no es otro que el dirigente andaluz es uno de los agentes principales del Partido Popular por las mayorías absolutas cosechadas en los últimos comicios electorales y por su perfil presuntamente 'moderado', rasgos que lo convierten no solo en uno de los primeros espadas del gallego, sino también en uno de sus más posibles sucesores en el futuro.
Esta crisis, no obstante, reduce la credibilidad de un Moreno Bonilla que ya tiene, de por sí, un grave escollo en los servicios públicos de su región tras un constante debilitamiento de los mismos en beneficio del sector privado. En cuanto a Feijóo, sale perjudicado como efecto secundario: que un perfil tan potente en el seno del Partido Popular tenga que hacer frente a una controversia como esta solo sirve para sacudir las aguas de un mar que ya estaba lo suficientemente embravecido para los 'populares'.
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