Lo que iba a ser la gran cita cultural del año se ha transformado en una pesadilla para miles de fans. La San Diego Comic-Con Málaga, vendida como evento histórico y escaparate internacional, acabó entre gritos, quejas y denuncias de desorganización total.

De momento, una de las secuelas más graves, además de la mala imagen internacional de la ciudad, son los más de cuatro millones de euros públicos tirados a la basura. Un fiasco que se ha evidenciado en las colas interminables sufridas por los asistentes, peleas y broncas en stands y un amplio abanico de actividades que tuvieron que ser canceladas. Un ejemplo del caos fue el lamentable hecho de que cientos de asistentes, con entrada en mano, quedaron fuera del recinto.

Como respuesta, la protesta se extendió con unas redes sociales ardiendo con vídeos virales que mostraban el desastre en forma de avalanchas de gente, normas improvisadas que prohibían agua y comida, y un ambiente de indignación generalizada. Lo que debía colocar a Málaga en el mapa de la cultura pop la ha puesto en el epicentro del ridículo nacional e internacional.

Da la impresión, no solo por este bochornoso espectáculo, sino por anteriores y cada vez más continuados incidentes como la suspensión del pleno pasado y expulsión del público, que el PP en el Ayuntamiento y el alcalde Francisco de la Torre, han entrado en una deriva de errores y fracasos. Ante ello, el portavoz socialista, Daniel Pérez, ha denunciado un “caos absoluto” acusando al PP de “provocar un bochorno internacional con dinero público”. Junto a él, el edil Mariano Ruiz (PSOE) y la coordinadora provincial de Izquierda Unida, Toni Morillas, han anunciado una convocatoria urgente del Consejo de ProMálaga para exigir explicaciones inmediatas.

“Es imperdonable que se haya gastado tal cantidad de dinero para acabar en colas interminables, aforo desbordado y la ciudad en boca de todos por la peor de las razones”, clamaron los ediles.

El sueño roto de la Comic-Con en Málaga

Lo que se presentaba como un evento sin precedentes —la primera salida internacional de la Comic-Con hasta 2027— terminó en un auténtico fiasco que ha dañado la imagen de Málaga como ciudad de congresos. Ahora la oposición exige una auditoría total de los contratos, previsiones y gastos, mientras la ciudadanía espera respuestas a preguntas cómo quién responde por los millones perdidos y por los miles de asistentes estafados o que grado de deterioro para la imagen de la ciudad ha tenido la enorme publicidad negativa generada. Lo que empezó siendo un sueño logrado, se transformó en una pesadilla con consecuencias posteriores que llegan ahora en forma de dura y justificada crítica de la oposición al alcalde Francisco de la Torre.

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