Reunión ayer en Madrid para decidir el futuro de Granada. Dirigentes locales y nacionales del PP y Ciudadanos, dos por cada partido, mantuvieron un largo encuentro que se saldó con el acuerdo de… celebrar nuevos encuentros, aunque a partir de ahora no serán en Madrid, sino directamente en Granada.

Participaron en la negociación Teodoro García Egea y Sebastián Pérez por el PP y Fran Hervías y Luis Salvador por Ciudadanos. Vox no participó en la reunión, aunque debió vigilar de cerca su desenlace.

El milagro de Salvador

Cinco días después del Pleno de constitución del Ayuntamiento, los granadinos siguen desconociendo no ya los detalles, sino las vigas maestras del pacto merced al cual el candidato de Ciudadanos Luis Salvador (cuatro concejales) logró convencer al PP (siete) y a Vox (tres) de que lo hicieran alcalde.

De ser cierta la versión de Ciudadanos, el exsenador socialista y concejal naranja Salvador habría logrado el milagro de convencer a sus interlocutores de que lo hicieran alcalde a un precio irrisorio: el PP, pese a ser mayoritario en la derecha, no habría exigido compartir la Alcaldía y Vox, pese a ser decisivo, no habría exigido entrar en el gobierno.

Secretos y mentiras

¿Por qué tienen tantas dificultades los tres partidos para explicar lo pactado en Granada, cuando no tuvieron, por ejemplo, inconveniente alguno en poner negro sobre blanco hace seis meses el pacto para hacer presidente de la Junta de Andalucía a Juanma Moreno?

Probablemente, porque todos tienen algo que ocultar. Una relación verosímil de tales secretos sería esta:

1) El PP quiere ocultar que su candidato Sebastián Pérez está vetado –no sin razón– por Vox y por eso se ha visto obligado a ceder la Alcaldía al minoritario Salvador.

2) Ciudadanos quiere ocultar que ha logrado la vara de mando de Granada gracias a los votos de Vox, que consideran vergonzantes pero solo de cara a la galería

3) Y Vox quiere ocultar su debilidad estructural en el tablero de juego: no puede permitir que gobierne la izquierda (sus votantes no se lo perdonarían) y al mismo tiempo tiene que cohonestar el desdén naranja con la bravuconería propia.

Versión Uno

Sobre las contradictorias versiones en torno al tripartido de Granada cabría, pues, preguntarse no tanto quién miente como quién no miente, dado que las tres derechas protagonistas del oscuro pacto están ofreciendo versiones irreconciliables: una, dos o incluso las tres son mentira. Veamos.

El líder regional de Ciudadanos, Juan Marín, dice que su partido no ha negociado nada con Vox y que tiene únicamente un acuerdo con el PP por el cual el ya alcalde Luis Salvador lo será por cuatro años.

“A partir de ahí, lo que otras formaciones hayan pactado tendrán que explicarlo ellas”, remataba ayer Marín en una sofisticada pirueta argumental que de ser cierta reservaría a Salvador un capítulo para él solo en la historia nacional –y hasta mundial– de las negociaciones entre partidos para formar gobierno. 

Versión Dos

En contra de lo sostenido por Marín, la número dos del PP andaluz, Loles López, dice en cambio que el acuerdo alcanzado ‘in extremis’ con Ciudadanos era que Salvador ocuparía la Alcaldía los dos primeros años y alguien del PP los dos últimos. Aunque López no entró en ello, dicho alguien no tendría que ser necesariamente Sebastián Pérez

La dirigente popular no aclaró qué beneficio obtenía Vox con dicha operación, aparte de la ganancia épica pero poco práctica de impedir que la izquierda siga gobernando la ciudad reconquistada por Isabel y Fernando en 1492.

En todo caso, la equidistante versión dada por la mano derecha de Juanma Moreno en el PP andaluz no cuadra bien con las caras de funeral que tenían sus concejales en la sesión plenaria del sábado, cuando votaron a Salvador.

Versión Tres

En contra de lo sostenido por Marín y por López, el portavoz municipal de Vox, ex militante del PP y enemigo irreconciliable de Sebastián Pérez, Onofre Miralles, afirma por su parte que, además de hacerlo con el PP, su partido negoció también con Luis Salvador y que el acuerdo fue que los ultras tendrían concejalías en el gobierno local.

Añade Miralles aunque sin demsaiada convicción que, si no se respeta la pactado, Vox no descarta promover una moción de censura para devolver la Alcaldía al socialista Francisco Cuenca.

El propio interesado, Luis Salvador, dijo ayer que “Vox no va a entrar en el gobierno”, pero con anterioridad había dado a entender lo contrario. En un principio, Salvador tampoco dijo claramente que él estaría de alcalde los cuatro años, sino, más ambiguamente, que se había pactado un "gobierno para cuatro años". El alcalde ha ofrecido, pues, varias versiones él solo. 

Débil, ambicioso, traidor...

Mientras tanto y por boca de su concejal Ana Muñoz, para los “atónitos” socialistas granadinos, en fin, lo que está sucediendo en la ciudad es “obsceno, humillante".

Tras haberse quedado a un solo escaño de la mayoría absoluta sumando con Adelante, el PSOE se siente profundamente contrariado. Su versión es que Granada está siendo escenario de "un ejercicio de oscurantismo político sin precedentes” cuyo resultado ha sido la elección de “un alcalde débil, ambicioso y traidor que no cuenta con el respeto ni de sus supuestos socios de gobierno". ¿Quién da más?