En el autobús camino del colegio, en casa, en el baño o escondidas entre los libros se convirtieron en un elemento imprescindible en la vida de los niños y jóvenes (cuyos progenitores podían permitírselo) en la década de los ochenta. Eran las ‘maquinitas’ portátiles de videojuegos, unos artilugios que, sin grandes alardes, supusieron el inicio del reinado de un sector que genera miles de millones de euros al año y que tiene seguidores repartidos por todo el mundo.

La primera aclaración que hay que hacer es que en realidad estos aparatos recibieron al principio el nombre de Game & Watch, y no era otra cosa que la denominación comercial de Nintendo, compañía que lanzó al mercado esta pre-consolas portátil creadas por Gunpei Yokoi.

A lo largo de toda esa década, la empresa japonesa diferentes versiones y modelos bajo la marca de Game & Watch. Cada una con un título diferente y la gran mayoría de ellos alcanzó entonces tal popularidad que prácticamente ahora mismo han pasado a convertirse en mitos del mundo gaming.

De todos los tipos 
Sin restarle mérito al gigante nipón, lo cierto es que las maquinitas de videojuegos lograron el éxito gracias a que al poco tiempo de salir el original, otras compañías menos conocidas (o desconocidas directamente) comenzaron a fabricar como churros estos aparatos, copiando en algunos casos incluso los juegos aunque con gorilas más delgados y otros colores, por poner solo un ejemplo, para evitar las denuncias de plagio.

Precisamente, esa fabricación en masa supuso que en cada cumpleaños o Reyes en casi todos los hogares apareciera una ‘maquinita’, con su sonido estridente y sus pocas opciones de juego.

Sencillas y repetitivas
Una de las características de estos artilugios, al margen de la musiquita, es que eran de una sencillez insultante. Dos botones, izquierda y derecha, con los que llevar a cabo todas las misiones. Cada una incorporaba un solo juego, de ahí que enseguida se hiciera demasiado repetitiva. Este fue sin duda la clave del éxito de la serie Game & Watch.

Entre las 11 versiones de la consola y los casi 60 juegos, además de las ‘copias’, el mercado estaba copado por estas ‘maquinitas’.

Las primeras (Silver o Gold) eran en blanco y negro. Con los botones a los lados y poco más.

Con el paso de los años aparecieron evoluciones de las mismas, por ejemplo las Widescreen (año 1982) que supuso la entrada de personajes de Disney como Mickey en este planeta portátil. Además aparecen los primeros colores y esto ya eran palabras mayores hasta que… apareció la de doble pantalla. Quien la tenía era el rey del colegio.

Eran las llamadas Multiscreen, y salieron al mercado, entre otros, con dos juegos míticos: Donkey Kong y Mario Bross, y con la novedad del botón en cruz. Era el año 1982 y con distintos juegos y versiones siguieron apareciendo hasta casi finales de esa década. Con un color más parecido (New Widescreen), salvando las distancias, al que presentan las actuales consolas, supuso un avance de grandes dimensiones.

Recuerdos de infancia
Aquellos años son los precursores de la actual fiebre por las consolas y el mundo del videojuego en general. Ahora mismo no tienen edad algunas de las obras que se crean, sin embargo allá por los 80 lo de las ‘maquinitas’ era claramente cosa de niños.

Tras ellas, y gracias a ellas, Nintendo forjó el imperio que ahora es. La compañía no dejó de sacar modelos y modelos, de experimentar con opciones de gráficos, de diseño o sonido. Los frutos los recogieron justo cuando dejaron de fabricar estas consolas para dar paso a otro mito: la Game Boy. Eran los primeros años de la década de los 90, pero esa es otra historia.

Como la nostalgia es libre, ahora mismo no es complicado poder tener una de aquellas maquinitas de los 80. Se encuentran con facilidad en Internet y sus precios varían mucho, aunque en algunos casos se pueden llegar a pagar más de 150 euros.

Pero si quieres recordar esos tiempos, las nuevas tecnologías lo ponen fácil. En esta página pica-pic.compuedes hacerlo de forma gratuita con el modelo de máquina y el juego con el que disfrutabas en el autobús, en el coche o en casa… siempre acompañado de aquella musiquita que tanto desesperaba a tus padres.

[youtube]http://youtu.be/Ss3gZ6yV79c[/youtube] (Spot televisión americana de Nintendo Game and Watch, año 1983)