Julio del 2006. El fundador de ELPLURAL.COM, Enric Sopena, imparte una conferencia en un seminario organizado en Estepona por el también comunicador y colaborador de este periódico Juan Luis Valenzuela. Un jovencito Andrés Villena asiste a la charla en compañía del ahora columnista de ‘El Español’ Jesús Nieto… y de Eduardo y Alberto Garzón. Seis personajes en una escena que volverán a encontrarse en el futuro. Tanto Villena como Nieto y Garzón serán colaboradores más o menos puntuales en ELPLURAL.COM.

Han pasado más de diez años de aquello y Andrés Villena vuelve a este periódico con motivo de la publicación de ‘¿Cómo se gobierna España?’, un libro basado en su tesis doctoral que compara dos gobiernos de la democracia española, y que responde a la pregunta que ‘atormenta’ a Podemos: ¿Son lo mismo el PSOE y el PP?.

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Andrés Villena, autor de '¿Cómo se gobierna España?'. andresvillena.es 

¿Cómo se gobierna España?

Buena pregunta. Lo digo porque está de moda preguntar “¿quién manda?” cuando, en realidad, quien mande no es tan decisivo. La gente que decide se muere, se jubila o es relevada por gente similar. Al final, las personas en la cúspide de la estructura social deciden cosas muy parecidas, comportándose como si fueran las mismas. Por eso, lo relevante es estudiar la estructura de desigualdades de renta, riqueza y poder en las sociedades para saber si son democráticas o no. Pasar del quién manda al cómo se manda o se gobierna. 

¿Puede poner un ejemplo de lo que dice? Parece un poco “académico”…

Pongamos a nuestro ministro de Economía, Luis de Guindos Jurado. Es Economista del Estado, ha tenido responsabilidades en la Unión Europea y, además, proviene de Endesa, de Endesa Chile-Chilectra, de Lehman Brothers, de Nomura, de Logista, de Translational Cancer Drugs, de Banca Mare Nostrum... Nuestro ministro de Economía es un cruce, una intersección entre el capital financiero, las grandes empresas, los altos funcionarios y la UE. ¿Qué pasa? Que si cogemos a Pedro Solbes, ministro entre el 2004 y el 2009, bien puede tener un carácter personal distinto, pero también es Economista del Estado (misma promoción que Carlos Espinosa de los Monteros Bernaldo de Quirós, presidente de Marca España), ex alto comisario de finanzas de la UE y además, recae después del 2009 en puestos directivos de Barclays España y, precisamente, de Endesa… igual que De Guindos. Al final, personas distintas que ocupan posiciones muy parecidas. 

¿Nos estás diciendo eso de que PP y PSOE son lo mismo, como se gritaba en el 15M?

Participé en el 15M y me identifiqué con muchas cosas, pero no con eso de “PSOE, PP, la misma mierda es”. No, no es verdad que PP y PSOE sean lo mismo. La cuestión es compleja, como la vida misma. PP y PSOE conforman gobiernos distintos, porque se apoyan en votantes diferentes y, además, adoptan decisiones de políticas públicas a veces muy dispares. 

¿Entonces, dónde están las diferencias? ¿Y los parecidos?

Son dos élites políticas que tienen como finalidad perpetuarse, permanecer en la dominación legal cuantos más años, mejor. Por eso conforman grupos cohesionados que conectan con la mayoría de los colectivos de influencia de la sociedad. Lo que pasa es que lo que PP y PSOE consideran grupos de influencia es distinto para cada caso: Zapatero reclutó a muchos inspectores de Hacienda, profesores de Universidad, incluso a catedráticos de Instituto y líderes sindicales. Había una apuesta por políticas públicas sociales que después, con el PP con mayoría absoluta, desaparece. Los representantes de la banca no están ausentes, pero está claro que son muchos menos. El PP tiene que gestionar una prima de riesgo superior a los 500 puntos, con un default más que aparente, y recurre a intermediarios financieros: De Guindos, Fernández de Mesa (Lehman Brothers, Barclays), Rodríguez Ponga Salamanca (Mutua Madrileña), Pérez Renovales (Santander, Banesto), Román Escolano (BBVA), Wert (BBVA), Argüelles (Banco Alcalá), Margallo (Popular)… 

La élite del PP es toda una élite financiera. Nuestro Wall Street…

Más bien nuestra City madrileña, ahora que Cristina Cifuentes ha reclutado a Daniel Lacalle para hacerla real. Hay un investigador, Aaronovitch, que afirma que si debemos a nuestros acreedores el 100% del PIB (como ocurre en España), entonces ellos son los propietarios del PIB y, por tanto, de la producción del país. El juego está totalmente marcado: tienen poder de decisión en los Presupuestos Generales del Estado. Ellos gobiernan de facto.  

Entonces no resulta precisamente extraño que se aprobara el Artículo 135 con tanta facilidad.

Exactamente, eso es precisamente lo que hay que entender. Es doloroso, pero evidente: no decidíamos nosotros. Rodríguez Zapatero, que fue un presidente que llegó en el 2004 con decisiones políticas valientes, claudica ante la élite financiera, pero sobre todo ante el hecho de que España no emite moneda propia y es una colonia de la Zona Euro, de Alemania y de los países nórdicos. Hiciera lo que hiciera, hubiera sido oportunista y decepcionante: convocar un referéndum, dimitir o, lo que finalmente hizo, un recorte bestial para hacer que los acreedores nos concedieran más treguas para refinanciar nuestro endeudamiento. Fue la privatización de la democracia, porque debíamos todo lo que producíamos. Y lo peor es que cada vez debemos más. Y no queremos darnos cuenta de la importancia que tiene eso… Volvemos a lo mismo: da igual quién gobierne, lo que importa es lo que hay detrás, la estructura de poder que rige las decisiones. 

Si Podemos ganara las elecciones, ¿haría exactamente lo mismo?

No ganará las elecciones, no se le va a permitir nunca eso. Pero si ganara, hay algo con lo que tendrá que lidiar que mucha gente no se espera: no hay quien pueda gobernar sin los altos funcionarios, los abogados del Estado, los economistas del Estado, los administradores civiles, los jueces… Las redes más incrustadas en el Estado son estas confederaciones de cuerpos de élite que conocen la Administración al dedillo, cómo se adoptan las decisiones, cómo se redactan los pliegos, los contratos con las empresas, etc. Sin ellos no puede hacerse nada y, además, tienden a compartir una ideología tecnocrática del mal llamado “sentido común”. Por eso y por otras muchas razones, gobernar es extremadamente difícil.  

¿Crees que hay cierto acuerdo entre medios conservadores y Podemos para sustituir al PSOE como principal partido de izquierdas?

A ver, por supuesto que Podemos quiere sustituir al PSOE como principal partido de izquierdas. Si naciera para ser una muleta sería mejor que no hubiera aparecido. Lo que no me creo es que Planeta haya promovido a Podemos para dar veinte años de gobierno al PP. Me parece delirante. Lo que pasa es que determinados medios han visto una oportunidad económica y de cuota de pantalla invitando a gente brillante como Pablo Iglesias, Alberto y Eduardo Garzón… Se trata más bien de una cuenta de resultados y de que, por qué negarlo, Unidos Podemos representa un reto para el PSOE. Y el PSOE para Unidos Podemos...  

¿Crees que el Partido Popular de Rajoy tiene gobierno para rato?

Para Rato, más bien. En un libro, La EsPPaña del PP, un ilustre periodista y buen amigo, Enric Sopena –con quien trabajé y de quien aprendí entre el 2006 y el 2010–, les daba cincuenta años de gobierno (risas). Y, ya en el 2007, hablaba de una declaración unilateral de independencia de Cataluña. Enric Sopena acertó hace ya más de diez años... no vio venir la crisis financiera pero sí la nacional-autonómica. 

¿Podemos hablar de un gobierno cada vez más autoritario?

Mira, los gobiernos de Rajoy acumulan más poder que algunos de los de Francisco Franco. ¿Por qué? Porque sus ejecutivos son los más cohesivos, los que cuentan con más grupos de poder trasnacionales y financieros –conectando así con las élites financieras globales, como Black Rock, no lo olvidemos, el grupo con más poder, riqueza y control del mundo–, así como grupos religiosos, funcionariales, mediáticos… Pero no solo eso: la clave que asegura un dominio omnímodo es que somos nosotros los que hemos elegido a Rajoy, al deslegitimar al PSOE, al no tomamos en serio o al temer demasiado a Podemos. La democracia elitista es la forma de dominación hegemónica más absoluta, pues está legislada, se basa en una Constitución democrática y, además, está apoyada por un montón de millones de personas respetabilísimas que votan al PP. 

¿Alguna solución para acabar con todo esto?

El panorama no está para utopías. El PSOE tiene que acabar con sus hipotecas, elegir a un líder que aúne a todas sus tendencias, elaborar un programa que ilusione y articular a sus dirigentes autonómicos (¡no digamos barones, por favor, que eso es el feudalismo!) El PSOE tiene que ser consciente de que no puede prescindir de Podemos y de que, en el fondo, hablamos de dos versiones diferentes de una socialdemocracia que en este siglo XXI tiene que redefinirse. Y no me cabe duda de que lo harán al final, por el interés de los ciudadanos y también, cómo no, por el suyo. 

Más información de '¿Cómo se gobierna España?' en andresvillena.es. En Twitter Andrés Villena es @villenaoliver