Pocos diputados han obtenido mayor repercusión que Gabriel Rufián. Sus intervenciones se convierten en virales y sus declaraciones en ‘trending topic’. Notoriedad que para algunos, incluida buena parte de la izquierda, guarda relación con su tono agresivo.

“Respeto enormemente las opiniones de la izquierda de caviar”, afirma el diputado en una entrevista concedida a ELPLURAL.COM. De hecho, Rufián reitera, entre otras, sus críticas al PSOE por “traicionar” a sus votantes y militantes.

Todavía colea su enfrentamiento con Daniel de Alfonso. ¿Se le fue de las manos su intervención? ¿No fue mucho exceso de ‘postureo’?

Con todo respeto: lo bueno que tiene la ‘caverna’ es que es previsible. Nosotros sabíamos perfectamente que según que medios, durante algunos días iban a intentar hablar más de lo que nosotros dijimos que de lo que otros confesaron. Ya pasó en el debate de investidura. Forma parte del funcionamiento de este mundo. Pero nosotros confiamos en la gente de la calle. Sabemos que existe una enorme distancia entre la opinión publica y la opinión publicada.

Al final, la pregunta que nos planteamos es si se estaría hablando tanto de esta comisión de investigación si no hubiéramos utilizado un tono duro con el señor de Alfonso. Pensamos que quizás no.

No sólo desde la ‘caverna’ se ha criticado su actuación. Por ejemplo, el propio Tomás Gómez ha dicho que usted era muy agresivo y que esta agresividad denotaba mediocridad.

Yo respeto enormemente las opiniones de la izquierda de caviar.

Usted es muy exigente con el comportamiento de otros partidos de izquierda, pero luego su partido pacta con la CIU del 3%.

Es un mantra bastante recurrente y sorprende que se le llame CIU, porque CIU ya no existe.

 

Nosotros no tenemos ningún problema en que se investiguen los supuestos casos de corrupción de cualquier partido: también los del PP o los del PSOE. A Albert Rivera, que apoya de facto a Rajoy, se le pregunta bastante poco por el 3% del PP. A la señora Ada Colau, que gobierna con el PSOE en Barcelona, también se le pregunta poco por Narcis Serra.

 

En cualquier caso, guste más o guste menos, lo que se está viviendo en Cataluña es un proceso de autodeterminación. Cualquier proceso exitoso y pacífico requiere que se haga desde la transversalidad. Nosotros estamos en este proceso con lo que representa social, política y parlamentariamente Convergència. Sin ellos no se gana. Me refiero a la buena gente que les vota, que tiene poco de corrupta, al igual que la buena gente que vota al PP tiene poco de corrupta.

Sorprende que al final nos relacionen con Pujol, un señor que pactó con Felipe González, con José María Aznar, y que llegó a ser español del año. Igual Pujol es más de según quién que nuestro. También sorprende que nos vinculen con Millet, un señor que era amigo de Aznar y que llegó a ser miembro de las FAES. Pero sabemos perfectamente que esto forma parte de los primeros minutos de cualquier entrevista.

Pero a la hora de la verdad, no podrán negar que están con CIU.

Convergència está pagando sus casos de corrupción. Era un partido hegemónico que actualmente no lo es. Sus líderes ya no son lo que eran. Su nombre ya no es el que tenían... Podemos hacer que esto es accesorio, que no está pasando, pero no es así.  

Y en la otra banda tenemos a un Partido Popular que ha tenido enormes casos de corrupción judicializados pero que gana elecciones en el Estado español. Y tenemos, según el señor Bárcenas y el señor Correa, a un presidente del Gobierno involucrado en determinados casos de corrupción que gana elecciones. En cambio, para descalificar un proceso de autodeterminación hablamos continuamente de Pujol -que está en su casa-, de Mas -que está en su casa-, o de Millet -que también está en su casa-. Es lo que toca.

No cree que el proceso está generando enorme tensión en la sociedad catalana, como por ejemplo demuestra la reciente ocupación de la sede del Partido Popular por parte de la CUP.

Lo que provoca tensión y no sólo en Cataluña son los desahucios, las familias sin ingresos, las personas sin asistencia sanitaria, la pobreza infantil… Querer votar no tensiona. Además, conviene recordar que entre el 70% y el 80% de la sociedad catalana quiere votar, ya sea ‘sí’ o sea ‘no’. Hay demócratas que quieren votar ‘no’, que es una opción tan lícita como votar ‘sí.

Claro que se puede hacer creer que (el proceso) tensiona a la sociedad porque en un momento dado hay una acción aislada en la sede de un partido. Algo que nosotros condenamos, al igual que condenamos otros tipos de ataques y de insultos hacía otros partidos políticos catalanes de los que no se habla tanto.

Porque cuando el señor Núñez Feijóo compara el independentismo con la ETA, yo no pienso que haya tensión en la sociedad española, ni que el PP en su conjunto piense lo que dice Feijóo. Pienso que es un señor que dice lo que dice de forma aislada.

¿De veras no se arrepiente de ninguna de sus intervenciones en el Congreso de los Diputados? ¿Ni siquiera cree que se sobrepasó en sus críticas al PSOE en la sesión de investidura?

El que crea que nosotros fuimos duros, mejor que no salga a la calle y pregunte. Conviene recordar que el PSOE dijo durante la campaña electoral 150 veces que no iban a dar apoyo de facto a Rajoy e incluso su portavoz, Antonio Hernando, dijo que si lo hacían, se les podía llamar traidores.

Por tanto, sorprende que un diputado de un grupo parlamentario relativamente minoritario les diga que sus gentes y sus militantes piensan que son unos traidores. Esto se ha considerado una falta de respeto, casi de que vienen las plagas bíblicas, y que al día siguiente el sol va a dejar de salir. Pero también es muy previsible porque todo el tiempo que se gasta hablando de lo que dice este diputado, no se habla de lo que votó el PSOE, traicionando a su militancia y a sus votantes.