La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se ha reunido este jueves con su homólogo estadounidense, el general James Mattis, en el Pentágono. Era el primer encuentro entre ambos mandatarios y el objetivo era tratar asuntos bilaterales. Sin embargo, había un precedente que ha marcado todo el encuentro: la llamada de Donald Trump a Mariano Rajoy.

En el primer contacto que mantuvieron el flamante presidente estadounidense y el presidente del Gobierno de España, el magnate instó a Rajoy a aumentar el gasto dedicado a Defensa ya que España contribuye a la OTAN con el 0,9% del PIB español, y Trump quiere que el gasto militar alcance el 2% del PIB.

Y es que, Donald Trump utilizó el filón de la OTAN y los presupuestos que cada país destina a Defensa como arma durante la campaña electoral contra Hillary Clinton. Tras su discurso de investidura moderó sus palabras, pero la polémica siempre ha estado presente. De hecho, tras la reunión que mantuvo el presidente estadounidense con la Canciller Angela Merkel, Trump tuiteó que “Alemania le debe grandes sumas de dinero a la OTAN”.

 

El gasto en Defensa no es un tema baladí para Trump y España, consciente de ello, ya ha tomado nota. Tanto es así que Cospedal ha confirmado que el Gobierno hará un esfuerzo y aumentará el gasto hasta el 2% del PIB su gasto en este ámbito. Un incremento que se realizará progresivamente y cuya fecha límite es el año 2024.

A pesar de que la inversión se realizará de manera gradual, lo cierto es que coincide en tiempo y forma con los recortes en otros ámbitos como Educación, Sanidad y Empleo. En el informe que Luis de Guindos remitió a la Comisión Europea como parte de la hoja de ruta de la consolidación fiscal se desprendían recortes en las tres materias antes mencionadas. De esta manera, que el gasto público en Educación se reduciría del 4,04% en 2016 al 3,90% en 2017; en Sanidad se pasará del 6,12% al 5,92%; y en Empleo se bajará del 2,11% al 1,92%.

En otras palabras, mientras aumenta el gasto en Defensa se recorta en servicios tan básicos como Educación, Sanidad y Empleo. El objetivo de Cospedal, en cumplimiento del mandato de Trump, es equiparar la inversión militar al gasto en Empleo, incluso, superarlo.

De esta manera, y según las partidas actuales, se gastará más en Defensa que en Protección del medioambiente y Vivienda y servicios comunitarios.

“Ahora salga a la calle y dígale a la gente que coma balas y duerma en tanques”

María Dolores de Cospedal ya fue objeto de embestidas de Gabriel Rufián por su pretensión -ya confirmada- de aumentar el gasto en Defensa mientras se recorta en otras carteras. El pasado noviembre, el diputado de ERC preguntó durante una sesión de control si “en un Estado con 750.000 familias sin ingresos, 800.000 personas sin asistencia sanitaria, con un 32% de pobreza infantil, con 500.000 desahucios en los últimos seis años, con 13 millones de pobres, piensa reducir un gasto militar que entre cifras reales y camufladas alcanza los 17.500 millones de euros”, a lo que Cospedal respondió con un escueto “la respuesta es breve y sencilla: no”. Entonces, Rufián le reprendió que “ahora salga a la calle y dígale a la gente que coma balas y duerma en tanques”.