La voz de alarma la dieron hace tres años, pero la situación ha llegado a tal punto, que ya hay que lamentar graves consecuencias. El área de salud mental en Galicia ha sufrido desde que comenzó la crisis tal deterioro que a día de hoy “su sistema de funcionamiento es peligroso y está creando riesgos”.

Así lo denuncia el Movimiento Gallego de la Salud Mental, una entidad formada por trabajadores de la salud mental pública y de la Administración de Justicia, organizaciones sindicales, colegios profesionales, asociaciones y afectados, que alerta de que “la seguridad de los enfermos está en peligro”.

Recortes y mala gestión

Tal y como asegura a ELPLURAL.COM el portavoz de la agrupación, Miguel Anxo García, este “deterioro creciente” del sistema de salud gallego y en concreto del área que afecta a la salud mental, “está detrás de los últimos acontecimientos que se han registrado en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Hospital Médico Quirúrgico de Conxo”, en Santiago de Compostela. En pocos días, en estas instalaciones se ha producido un suicidio y una agresión sexual de una paciente a otra.  

La agrupación considera, y así lo ha manifestado en el comunicado que han hecho público, que a esta situación han conducido “los recortes y una pésima gestión sin planificación, que obstaculiza además la participación de los profesionales en el día a día de los servicios y unidades asistenciales”. 

Objetivos economicistas

“La finalidad de estas unidades de psiquiatría”, explica García, ha de ser terapéutica, pero los objetivos que se han trazado son economicistas y van encaminados a reducir el tiempo de estancia del enfermo”. Esto ha llevado incluso, declara a este medio el portavoz del Movimiento, “a dar altas peligrosas, que han terminado con el agravamiento de la enfermedad o con el reingreso del paciente, en ocasiones en menos de 24 horas”.   

El colectivo denuncia que los pacientes ingresados desarrollan “escasa actividad, el equipo carece de terapeuta ocupacional y faltan medios para la coordinación y la elaboración de planes terapéuticos en los que participen y se coordinen todos los profesionales, algo fundamental en este tipo de unidades”.

Se puede prevenir

Acontecimientos como los que se han producido en Santiago “se pueden prevenir”, insisten desde el Movimiento Gallego por la Salud Mental. En este sentido, recuerdan, “desde diferentes instancias se había llamado la atención en  varias ocasiones sobre la escasa dotación que hay en la unidad, donde es frecuente que al personal de enfermería se le utilice para cubrir necesidades de otros servicios del hospital que también se han visto debilitados por los recortes de personal y donde con frecuencia se producen agresiones al personal”.

Evitar que registren más casos pasa porque los responsables del SERGAS (Servicio Gallego de Salud) actúen, adoptando “medidas urgentes” que tengan en cuenta “las aportaciones de los profesionales”.  Los profesionales advierten: “no basta con reforzar el control de los pacientes o aumentar la coerción sobre los mismos”. Es fundamental “reforzar la finalidad terapéutica de la hospitalización”, para lo que se necesita “dotar de personal a esas Unidades e implantar formas de trabajo participativas y coordinadas, definiendo protocolos e instrucciones de trabajo claras ante los riesgos potenciales y registrando documentalmente de forma sistemática la actividad que desarrollan los profesionales”.

Niegan la responsabilidad

La gerencia de gestión sanitaria de Santiago ha salido al paso de la denuncia del Movimiento y ha negado que haya habido recortes. “No niegan los hechos, pero niegan su responsabilidad, una responsabilidad que es ineludible”, señala Miguel Anxo, que considera intolerable la respuesta. “Se conforman con decir que se dirimirá en los tribunales y que ya se han disculpado con la familia”.