Este martes, 24 de enero, se reunió la llamada Comisión General de las Comunidades Autónomas (CGCCAA) del Senado. Lo hizo con mucha pompa, y la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Trataban el resultado de la Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada la semana pasada. Hasta aquí nada anormal. Pero en realidad, se trataba de un acontecimiento que, con unas gotas de ironía, podría calificarse de acontecimiento cósmico y que saca a la superficie una de las vergüenzas del funcionamiento de la llamada Cámara Alta.

Nos explicamos. Esta Comisión, a pesar de que el Senado es conocido como la cámara territorial, tiene una actividad cercana al cero absoluto. Es más, a lo largo de 2015, último año de la X legislatura (la última que puede calificarse de regular), se reunió una única vez. Lo leen bien: una. Tan poca actividad no impidió sin embargo que su presidente, Juan José Imbroda, que lo es otra vez en la nueva legislatura, cobrara cada mes el suplemento correspondiente a su cargo: 1.431,2 euros al mes. En efecto, 17.175,84 euros al año.

Esa cantidad es la que percibió quien también es presidente de Melilla. Pero la cosa aún resulta más escandalosa si se tiene en cuenta que esa única reunión consistió, según hemos podido comprobar, para cubrir la vacante existente de la vicepresidencia segunda en la Comisión. Duración del encuentro, poco más de dos minutos. O lo que es lo mismo, un suplemento anual de más de 8.500 euros el minuto.

Y, por si alguien se lo pregunta, lo que pasó en 2015 no es, lo advertimos ya, algo excepcional. Es más, durante toda la X legislatura la CGCCAA se reunió únicamente en 9 ocasiones. Pero aún hay más, de ellas, en 6 ocasiones, para tratar exclusivamente cuestiones procedimentales menores de ordenación de la propia Comisión, como la que les llevó a reunirse en 2015.

Para debatir cuestiones de fondo, tan solo se reunió en 3 ocasiones a lo largo de la X legislatura, concretamente:

Estas dos últimas sesiones fueron impulsadas por el Grupo Parlamentario Socialista, y secundadas por el resto de grupos parlamentarios, a excepción, no sorprenderá, del Popular. Iniciativas ambas cuyo desarrollo y desenlace procedimental fue muy similar. En los dos casos, la propuesta de informe socialista, que explicitaba, de manera prolija y detallada, la vulneración competencial que ambas normas suponen, fue rechazada, casi en exclusiva soledad, por el Grupo Popular, que aprobó con su mayoría un informe que argumentaba exactamente lo contrario. 

Haciendo un cálculo rápido, para calcular la correspondencia entre 'actividad' y 'pluses', se descubre lo siguiente: Imbroda fue nombrado presidente de esta Comisión el 24 de enero de 2012; hasta enero de 2017 han pasado 5 años, o lo que es lo mismo, 60 meses, que multiplicados por el plus de 1.431,32 euros, ofrece la considerable cifra de 85.879,02 euros por trabajar apenas unas horas. En realidad se puede ir más allá, y mirando la ficha de actividad parlamentaria del presidente de Melilla, ver que en los 4 años de la X legislatura, la actividad de Imbroda se resume a una pregunta escrita, una intervención en comisión y una moción en pleno. En la anterior legislatura, la IX, tampoco trabajó mucho más: cuatro preguntas orales en pleno y una en comisión, junto a 55 preguntas escritas registradas. Como remate, sólo recordar que con ésta, Imbroda lleva 5 legislaturas en el Senado.

Es triste, pero lo cierto es que hay que reconocer que la actividad desarrollada por la CGCCAA durante toda X legislatura expresa a la perfección la estrategia de abandono y narcotización de la misma, y del Senado en general, que ha desarrollado el Gobierno, apoyado por su partido y su grupo parlamentario, durante toda esa legislatura, cuando su peso le permitió mostrar su verdadera cara en lo que respecta a su aprecio por el Parlamento.