La dimisión a medias de Federico Trillo como embajador en Londres, sin pedir perdón a las víctimas del Yak-42, ha sido una alegría a medias para éstas, así como para la oposición, por las formas utilizadas por el exministro, así como por la posibilidad de que vuelva a ocupar su plaza en el Consejo de Estado.

Desde la asociación de víctimas del Yak-42, su presidenta Curra Ripollés ha recriminado a Trillo que se vaya “sin dar la cara, esto no es una dimisión, es un cese porque en ningún momento le he oído la palabra dimisión”. Así se ha expresado en declaraciones a La Sexta.

Exigencia al Gobierno

Ripollés no se conforma con la comparecencia de dos minutos de Trillo y pide al Gobierno de Mariano Rajoy que “aclare si dimite o si es un cese” la salida de Trillo de la embajada inglesa.

Del mismo modo, señala que ahora le toca al “Gobierno y a toda España decidir si un hombre así puede ocupar un puesto en el Consejo de Estado”, recordando los muchos desplantes y mentiras que recibieron de Trillo tres el accidente hace ya casi 14 años en el que murieron 62 militares españoles.

Nunca debió nombrarlo

Desde la oposición, también se ha reaccionado a la salida de Trillo de la embajada londinense, alegrándose por las víctimas, pero cargando contra el exministro de Defensa acusándole de irse “tarde y mal”, con “soberbia”, “falta de dignidad” e “insensibilidad” a las víctimas del Yak-42.