Si nos preguntamos por los problemas básicos a los que nuestro país debería dar respuestas, muchos, probablemente la mayoría, apuntaríamos en la misma dirección: reforzar el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad, asegurar la financiación de los sistemas de protección social (particularmente el Sistema Público de Pensiones), y reducir los ignominiosos niveles de desigualdad y pobreza que se han instalado entre nosotros. Los salarios (desde el sector público al privado, pasando por el Salario Mínimo Interprofesional) tienen un papel clave para dar respuesta a esos problemas, que podemos resumir en seis razones por las que es necesario que los salarios ganen poder de compra.