Cierre los ojos y trate de imaginarse a bordo de un vehículo que apenas contamine, silencioso y barato. Seguro, que a su mente le ha venido la imagen del coche eléctrico, pero existe otra modalidad automovilística con mejores prestaciones, pero menos publicidad. Hablamos del AutoGas, la gran desconocida de las energías alternativas.

El AutoGas también recibe el nombre de GLP de automoción, Gas Licuado del Petróleo, y en la actualidad es el carburante alternativo que más vehículos utilizan en el mundo. En todo el mundo son 25 millones los que usan esta tecnología, de los que 15 millones, el 60% están en Europa. Pese a esa proporción, sólo 50.000 circulan por España, lo que supone el 0,33% de todo el parque europeo de AutoGas.

Desde luego, no será por capacidad de repostar en España, con más de 500 puntos en todo el país. De ellos, 363 pertenecen a Repsol, que lidera el mercado nacional a través de sus estaciones de servicio en la Península y Baleares.

Pero, ¿cómo funciona el AutoGas? Hablamos de un combustible que combina el propano y el butano, lo que le permite mantener las prestaciones de la gasolina y el diésel, pero provocando muchas menos emisiones contaminantes. Según la Asociación Española de Operadores de GLP (AOGLP), esta tecnología reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) al 70%, y las partículas en suspensión hasta el 90%.

Pero esto no afecta a los usuarios ni en lo que se refiere a la autonomía, ni al precio que pagan. Los vehículos con AutoGas combinan este combustible con la gasolina convencional, de ahí que se les denomine bifuel. Aunque en modo automático siempre recurre al sistema menos contaminante, el conductor puede cambiar a gasolina en cualquier momento al activar un conmutador de fácil acceso, colocado en el salpicadero, incluso con el coche en marcha.


La implantación y el futuro del AutoGas, o GLP de automoción, en España en cifras. Fuente: Repsol

La autonomía del vehículo va en función del depósito que tenga instalado el vehículo. Por ejemplo, un coche de 100 CV y con un depósito de gas de 74 litros, se pueden recorrer entre 500 y 600 kilómetros sólo con AutoGas. Si a esto le sumamos el depósito de gasolina, se pueden recorrer 1.200 kilómetros sin tener que repostar.

Una autonomía que, además, ofrece las mismas prestaciones que los motores clásicos, pero con una conducción más suave, silenciosa y sin vibraciones. Algo que no sólo afecta a la comodidad, sino a la vida útil del motor a largo plazo, que consigue una mayor duración que con los carburantes convencionales al provocar un menor desgaste de los cilindros y otras piezas mecánicas del sistema.

En términos económicos, los vehículos de Autogas también salen ganando, tanto en lo que se refiere al consumo como a su adquisición. El GLP de automoción consigue que el usuario ahorre hasta un 40% en combustible respecto a los carburantes clásicos y más contaminantes. A esto hay que sumarle que los precios de los vehículos de AutoGas son similares a los convencionales, mientras que los híbridos o eléctricos suelen duplicar el gasto.

Ayudas al AutoGas

Además, siempre existe la opción de convertir el coche que ya tenemos en un GLP de automoción realizando una simple modificación del vehículo en cualquiera de los 800 talleres transformadores que existen repartidos por la geografía española. El coste suele rondar los 1.000 euros, aunque es fácilmente amortizable en poco tiempo con el ahorro en combustible que supone el AutoGas. En cualquier caso, varias comunidades autónomas, diputaciones provinciales y municipios ofrecen subvenciones para fomentar la adquisición de estos vehículos. Y Repsol añade una ayuda de 600 euros en repostajes de AutoGas por cada vehículo convertido.

Hay que tener en cuenta que la Unión Europea, a través de su Directiva Europea 2014/94/UE, reclama que los Estados miembros impulsen esta tecnología para favorecer las bajas emisiones tanto en largas distancias como en desplazamientos urbanos. Todo con el objetivo de que en 2050 el 10% del parque automovilístico europeo funcione con energías alternativas.

De hecho, el Gobierno central también apoya este sistema a través de su Estrategia de Impulso del Vehículo con Energías Alternativas (Plan VEA), que fija como objetivo que en 2020 haya 250.000 vehículos con AutoGas circulando por España. Algo que supondría quintuplicar el parque actual, pero que es una cifra modesta si se compara con la implantación en Italia, donde ya circulan 2,5 millones de vehículos GLP de automoción, diez veces más que en nuestro país.

También existen ayudas a otros niveles. Y Los vehículos de AutoGas cuentan con la certificación ECO de la DGT, lo que les da ventajas en entornos urbanos. Por ejemplo, en Madrid están exentos de las prohibiciones a la circulación cuando se dan episodios de alta contaminación y varios ayuntamientos bonifican a estos coches con 50% de rebaja en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, el conocido como impuesto de circulación.