Esta semana, previa a su Congreso, ha sido complicada para el PP. Desde las incómodas noticias de corrupción que han saltado en varios focos, hasta la controvertida conversación de Mariano Rajoy con Donald Trump, en los medios de comunicación se ha multiplicado la publicación de historias incómodas. No, en TVE. En la televisión pública, el mundo del PP sigue siendo el mejor de los mundos posibles.

Como informábamos este martes, los periodistas de Torrespaña estallaban ante la manipulación que había llevado a ocultar los resultados de la autopsia de Rita Barberá. El Consejo de Informativos (CdI), ante las quejas, se ponía en contacto con las ediciones de los telediarios, y hacía pública una nota en la que se hablaba directamente de “censura en nuestros informativos” y de cómo era especialmente grave este hecho dado el papel de acorazada Brunete que había jugado TVE para acusar a los medios de haber presionado hasta causar su fallecimiento a la exalcaldesa valenciana.

De Rita a Trump

La noticia de que la autopsia señalaba un fallo hepático como la muerte de Barberá fue sólo la primera de las historias que se fueron acumulando. Siguiendo su inveterada costumbre, cuando no ha podido ocultarlas, esta PPTVE volvió a someter a la condena de brevedad las noticias que han ido entrelazando la corrupción y el partido del Gobierno.

Así, no se dedicó una palabra en los telediarios a la comprometedora información que adelantaba ELPLURAL.COM y que luego recogieron otros medios, sobre la decisión de los empresarios valencianos involucrados en la financiación ilegal de las campañas electorales de 2007 y 2008. O se resolvió en un breve de menos de 20” una nueva apertura de un juicio contra Jaume Matas por parte del juez; mismo tratamiento que se dio a la incomodísima noticia de que tanto Ana Mato como el propio PP tendrían que declarar en el macrojuicio por la Gürtel que se sigue en la Audiencia Nacional.

En este último caso, en el ridículo de la manipulación, durante los 24” que se dedicaron a la información resultó patético el esfuerzo que se hizo para ocultar que el PP está presente como acusado. Eso sí, para enfado de los responsables de la dirección, en el telediario de las 15 horas se cometió el error de emitir esta información justo tras la noticia sobre los preparativos del Congreso y unas declaraciones del portavoz parlamentario, Rafael Hernando. En el telediario de la noche, semejante atrevimiento ya se había recitificado, y para que el inconsciente de los espectadores no se contamine las noticias ya fueron convenientemente separadas.

La obediente redacción paralela

Caso aparte, el tratamiento que se dio a la conversación Trump-Rajoy. No sólo se evitó decir que en realidad el presidente norteamericano apenas mostró otro interés que pedir a España una mayor contribución para la OTAN sino que se ocultaron las disonancias entre la nota publicada por la Casa Blanca y Moncloa.

Todas estas noticias, completando el círculo perfecto de la manipulación que los periodistas de TVE delatan, fueron encargadas a los llamados miembros de la redacción paralela. Como viene sucediendo de manera creciente en los últimos años, los periodistas veteranos, que se resisten a las presiones a la hora de preparar las noticias, han sido sistemáticamente apartados y todas estas noticias incómodas son redactadas o bien por los sumisos equipos de edición, o por los contratados exprofeso en estos últimos tiempos para asegurar la obediencia debida a José Antonio Álvarez Gundín, Carmen Sastre, José Gilgado y el resto de la cúpula directiva de Torrespaña.