Al margen de las disposiciones judiciales, el acto de inicio de la campaña por el ‘sí’ en el referéndum el 1-O ha dado el pistoletazo de salida a la recta final del órdago secesionista. A pesar de que el Gobierno ha advertido al recinto de que se trataba de un evento “ilegal” y se le podría imputar algún delito, la plaza de toros de Tarragona se ha abierto para las más de 8.000 personas que han acudido y que, desde horas antes del inicio del acto, formaron largas colas en las puertas. El president, Carles Puigdemont, y el vicepresident, Oriol Junqueras, maestros de la ceremonia, han llegado al recinto en torno a las 20:00 horas bajo el grito unánime de “independencia”, “votarem” y “no tinc por”, los cánticos que han marcado todo el evento.

“Habrá de uno que no le hará mucha gracia que nos encontremos aquí tanta gente. El camino de la victoria del ‘sí’ empieza en Tarragona”. Así se ha arrancado Txe Arana, la presentadora dela acto, quien aseguraba -en clave irónica- que “es mi primer acto ilegal y espero que sea el último”. Los presentados han dado las gracias a los diputados y miembros de la Mesa, así como a la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, al Govern y a los alcaldes “insumisos”, tras lo cual, han desfilado por el escenario varios parlamentarios, como Antoni Castellà (JxSí), quien ha llegado a afirmar que “no pueden hacer más, es el neofranquismo. Se han sacado la careta"; o Marta Rovira, portavoz del grupo parlamentario JxSí: "El camino hacia la república libre y digna no tiene marcha atrás".

A las 21:25 llegaba el turno de Oriol Junqueras, uno de los protagonistas de la noche. El líder de ERC comenzaba bromeando con los problemas de sonido. Y es que, tanto Junqueras como Puigdemont han tenido en sus discursos problemas técnicos, como si los micrófonos quisieran boicotear el primer acto de campaña del 1-O. "Os prometimos que pondríamos el futuro del país en manos de la gente y lo hemos cumplido", ha afirmado Junqueras entre vítores de “independencia”. El vicepresident ha hecho especial hincapié en la entereza con la que los secesionistas están aguantando las embestidas del Estado: "Llegamos a este momento más fuertes de lo que muchos habrían pensado y de los que muchos querrían, como lo demuestra que ante cada amenaza respondemos con más firmeza".

El último en intervenir ha sido Carles Puigdemont, quien ha empezado su discurso con unas palabras de bienvenida: “Bienvenidos al grupo de los querellados”. El president de la Generalitat ha sacado pecho por la gente que se ha agolpado a las puertas de la plaza de toros ya que el pabellón estaba lleno: “Dijeron que este acto no lo haríamos, pero lo hemos hecho. Y por la gente que hay fuera, lo podríamos hacer dos veces".

Asimismo, Puigdemont ha asegurado que no darán su brazo a torcer: “Nos dicen que el 1 de octubre no votaremos. ¿Qué creéis que pasará el 1 de octubre? Claro que votaremos". El president ha cerrado su discurso con un adelanto de lo que espera para la nueva Catalunya: "Cuando decimos de hacer un país nuevo, no decimos de cambiarle el nombre para hacer un país que hace lo mismo que el anterior. En Catalunya viviremos y dejaremos vivir. Y esto el 1 de octubre quedará claro".

De momento, lo único seguro es que se ha dado inicio a la campaña del referéndum con las urnas escondidas, papeletas clandestinas y censo secreto.