El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha presentado la fecha y la pregunta del referéndum unilateral rodeado de su Gobierno y de los diputados de JxS y la CUP, apelando al “legítimo derecho a la autodeterminación” de los catalanes y comprometiéndose él y su ejecutivo a “aplicar el mandato” que salga de las urnas.

En una breve intervención se ha referido a los intentos frustrados de negociación con el actual gobierno del PP y a la “colección de noes” cosechada históricamente por Catalunya para solucionar el conflicto territorial, con especial mención a la sentencia del Tribunal Constitucional que enmendó el texto de un estatuto ya sometido a referéndum válido y acordado.

Con estos precedentes en la mano, Puigdemont ha cumplido con el primer trámite del referéndum unilateral para el que no tiene, de momento, ley a la que acogerse. Atendiendo a la imposibilidad de una interpretación favorable de la Constitución a esta iniciativa, la convocatoria formal deberá esperar a la aprobación por parte del Parlament de la ley conocida como de desconexión o transitoriedad jurídica, cuyo destino manifiesto será el de ser objeto de suspensión por parte del Tribunal Constitucional.

La decisión del presidente de la Generalitat se produce a los pocos días de comprobar como el Pacte Nacional pel Referèndum evitaba apoyar la fórmula unilateral. Esta plataforma, creada para visualizar el apoyo social y político existente en torno al derecho a decidir, y para atraer a los Comuns y Podemos a la mayoría favorable al referéndum, siempre se ha manifestado a favor de la consulta pactada y vinculante.

Ahora, en nombre de esta mayoría social que le ha negado el apoyo (aunque tampoco le criticó abiertamente), Puigdemont va a convocar el referéndum unilateral, en cuanto tenga la citada ley y aprovechando el margen temporal entre su aprobación por la vía rápida en el Parlament (incorporación sorpresa en el orden del día de un pleno y lectura única) y la suspensión formal del TC. Luego se sucederá el choque institucional entre legalidades paralelas.

La modesta ceremonia celebrada en el Pati dels Tarongers se ha iniciado con un breve mitin del vicepresidente Oriol Junqueras en el que ha justificado la decisión de seguir adelante con los planes de desobediencia en los múltiples déficits del estado español, desde su “ineficiencia e injusticia” para afrontar la crisis económica y social a la “violentación de los derechos fundamentales” de los catalanes pasando por el escándalo de Castor.