El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha tirado este sábado de uno de los argumentos que más le gustan en el proceso abierto tras el desafío independentista de aquella Comunidad Autónoma. Lo ha hecho, además, en un escenario propicio para ello, como es en los actos de homenaje a Lluís Companys, de quien se cumple el septuagésimo sexto aniversario de su fusilamiento.

Tal vez intentando explotar la estrategia, muy recurrente en todo lo que rodea al proceso catalán, de hacer comparaciones entre la situación actual y lo ocurrido durante la dictadura, el ex presidente ha dicho que la "judicialización" del debate soberanista demuestra que "la sombra de Franco es muy larga".

Mas ha criticado que el Estado juzgue "a gente demócrata y pacífica por haber escuchado al pueblo", en alusión a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de enviarle a juicio, junto a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau, por desobediencia grave y prevaricación al haber organizado la consulta del 9 de noviembre de 2014.

En su misma línea se ha mostrado su sucesor en el cargo, Carles Puigdemont, quien ha advertido de que ninguna legalidad frenará al pueblo catalán. Sus mensajes contrastan con las palabras pronunciadas por el vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, que se ha limitado a recordar la figura de Companys al que ha definido como ejemplo de "trabajo, continuidad y perseverancia".

Las redes sociales han situado la afirmación de Artur Mas sobre el dictador en un lugar privilegiado entre las tendencias de la jornada, y los tuiteros han respondido de manera contendente y, en muchas ocasiones, con ironía.