Cuerpo a tierra que vienen los nuestros. Sin saberlo, la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, ha reventado la agresiva campaña #PorUnaSanidad10 puesta en marcha por el PP de Andalucía contra las deficiencias de la sanidad pública y que incluye incluso una plataforma donde los ciudadanos puedan dejar constancia de sus quejas.

Como se recordará, la semana pasada Cifuentes llegó a decir textualmente que los madrileños estaban pagando la sanidad y la educación de los andaluces. Estas fueron sus palabras: "Con nuestra política fiscal hemos recaudado casi 3.000 millones de euros que nos están sirviendo para financiar los servicios básicos en aquellas comunidades donde ustedes gobiernan como en Andalucía. Los madrileños están pagando 3.000 millones de euros para que los andaluces tengan sanidad, educación y demás".

La dirección andaluza del PP se puso de perfil hasta que pasara la tormenta, pero su homóloga del PSOE procuró alargarla cuanto le fue posible; de hecho, sigue en ello. La metedura de pata de la presidenta madrileña daba alas a los socialistas andaluces, que llevaban varias semanas pasando apuros políticos tanto por la ofensiva popular contra el sistema público sanitario como por los errores de bulto cometidos en la gestión del mismo, particularmente en Granada, donde hasta en dos ocasiones salieron a la calle varias decenas de miles de personas en protesta por la fusión hospitalaria planeada por el Gobierno autonómico.

El PSOE-A ha anunciado estre mismo lunes que promoverá que el Pleno del Parlamento andaluz emita en su sesión de esta semana una declaración institucional de respuesta a las "mentiras" de Cristina Cifuentes. El número dos del partido, Juan Cornejo, ha confiado en contar con el apoyo de todos los grupos y ha considerado que el presidente del PP-A y el resto de diputados 'populares' se van a tener que "retratar", en lugar de quedarse en las "medias palabras".

Cifuentes intentó arreglarlo después pero ya era tarde. Dijo que su crítica era "al gobierno de Andalucía, que fríe a impuestos a los andaluces" y acusó a Susana Díaz de “ser maestra en inflar polémicas y utilizar el victimismo". Y añadió: "Lo primero que quiero decir es que desde luego yo no he tenido intención de que nadie se sienta ofendido por ninguna de mis palabras. Nada más lejos de mi intención".

Aunque en la calle San Fernando, sede del partido, se mordieron la lengua, las palabras de Cifuentes irritaron al PP andaluz por haber regalado al enemigo socialista una munición de la que estaba especialmente necesitado. Ahora, cada que el PP vuelva a lanzar sus ataques contra la gestión de la sanidad andaluza se encontrará con sus adversarios echándole en cara las palabras de Cifuentes. Los socialistas saben bien que frases como la pronunciada por la presidenta madrileña suelen irritar casi por igual a la mayoría de andaluces, sea cual sea su inclinación política.

Es bastante probable que en la próxima sesión de control en el Parlamento a la presidenta andaluza, esta reproche al líder del PP, Juan Manuel Moreno, su tibieza por no haber exigido a Cifuentes una rectificación en toda regla.