La culpa no fue únicamente culpa de Antonio Hernando, como todavía sostienen sin mucha verosimilitud algunas personas en el PSOE. El error de bulto cometido por los socialistas al respaldar inicialmente el controvertido nombramiento del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz como presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso –con un salario de unos 6.000 euros mensuales– no cabe atribuirlo en solitario al debilitado portavoz del Grupo Socialista en el Congreso: fuera por acción u omisión, ese apoyo rectificado ayer ‘in extremis’ ha sido responsabilidad de toda la dirección del partido, hoy provisionalmente en manos de la Gestora. Así lo admiten fuentes socialistas andaluzas, aunque también ponen en valor el papel “decisivo” jugado por Susana Díaz para que el PSOE rechazara la candidatura del exministro de Interior.

La reacción en el PSOE de virar hacia el ‘no’ se produjo formalmente ayer por la mañana. El ‘error Fernández’ amenazaba con ocultar a ojos de la opinión pública el papel jugado por los socialistas para tumbar la denostada Ley de Educación del Gobierno del PP. Y amenazaba también con ahondar en el estigma de un PSOE colaboracionista con el PP tras haber facilitado con su abstención la investidura de Mariano Rajoy.

Reacción tardía

Desde el PSOE andaluz que dirige Susana Díaz hubo con Madrid un intenso cruce de llamadas el martes por la tarde y ayer mismo a primera hora para que el PSOE rectificara una posición que, en palabras de un dirigente local, los estaba “achicharrando”. Algunas fuentes aseguran que si el partido cambió de parecer fue gracias al empeño personal de Susana Díaz. Otras personas, en cambio, no libran a Díaz de la responsabilidad de haber reaccionado demasiado tarde permitiendo que durante cerca de una semana el Grupo Socialista no pusiera pegas para que presidiera esa comisión quien un mes atrás había sido reprobado por el Congreso de los Diputados por espiar a adversarios políticos.

Ayer, en declaraciones a los periodistas en Sevilla, preguntada sobre el cambio de posición de su partido, Susana Díaz dijo que lo ocurrido finalmente con la candidatura de Fernández Díaz es lo "normal, porque el PP se tiene que dar cuenta en este país de que se acabó su mayoría absoluta y su absolutismo". "Lo que pretendía con el nombramiento de Fernández Díaz era violentar el acuerdo con el resto de fuerzas políticas, lo que no era de recibo", decía la presidenta, al tiempo que enfatizabv que el PSOE había "liderado la paralización" de la Lomce en el Congreso de los Diputados.

Díaz ya no rehúye entrar en asuntos nacionales que, en principio, serían competencia directa de una Gestora de la que ella no forma parte. Aunque no ha hecho pública su candidatura a las primarias socialistas, todavía sin fecha, se da por hecho que la presidenta andaluza ya se está posicionando abiertamente de cara a una carrera cuyo desenlace será crucial para el PSOE y para la propia Díaz.