La polémica celebración del toro de la Vega, renombrado ahora como Toro de la Peña, ha convertido al Presidente del Observatorio Nacional de Culturas Taurinas de Francia, André Viard en uno de los protagonistas del día en el programa de Antena 3 Espejo Público. Viard, que se encontraba en Tordesillas ha indignado a los colaboradores del programa con su encendida defensa de este espectáculo, prohibido ahora por la Junta de Comunidades de Castilla y León. Entre otras cosas, tachó de "delincuentes" a aquellos que pretenden impedirlo.

Manuel Marlasca se enzarzó con Viard después de que éste negara que hubiera muchos taurinos en contra de este espectáculo. "Es falso”, argumentó, “la fiesta que conocemos hoy como la tauromaquia nace en parte del Toro de la Vega, de esta lucha ancestral del hombre contra el toro”. Asimismo, retó al periodista a mostrarle declaraciones de toreros. Cuando Marlasca citó a El Juli, Viard se burló: “Es muy fácil hablar de la gente cuando no está presente”.

El colaborador le recuerdó entonces que, ya en los tiempos de Franco, se había prohibido. Y es que en 1963 se promulgó la circular 32/1963, firmada por Manuel Fraga, que prohibía taxativamente cualquier espectáculo que conllevara maltrato animal. 

Sobre el nuevo decreto aprobado a través del cual no se puede lancear ni lidiar ni maltratar al toro. Viard ha dejado unas cuantas ideas sobre la mesa al respecto, entre ellas, que “el decreto no se puede acatar”, añadiendo que se ha recurrido al Tribunal Superior y, se tendrá que acabar retirando porque “no tiene base jurídica”.

Ha afirmado que los vecinos de Tordesillas “no quieren un Toro de la Peña, no quieren sustituciones”, a lo que apostillaba que el Toro de la Vega es “una fiesta universal”. En su opinión, los animalistas hacen un “ataque general”, porque quieren imponer una ideología “que no vamos a acatar nunca”. Cree que es fruto del una "ideología sectaria" y alertó de lo que "puede llegar a una guerra de civilización”.

"Los derechos de los animales no existen”, dijo increpando a Susanna a que le dijera dónde está esa "declaración de derechos humanos de los animales”.

Enorgulleciéndose de su profesión, afirmó que él ha sido matador de toros y que ha recibido cornadas. “Te duele al día siguiente, no en el acto”. “No hablemos de sufrimiento”, incidía, porque, según él, la palabra sufrimiento tiene una dimensión psicológica y física que el toro no alcanza”. Aún hay más, ya que no contento con lo dicho, quería poner la guinda a su pastel: “El toro padece dolor al día siguiente, si quiere”.