No suele morderse la lengua el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, en los temas que le ponen sobre la mesa los medios de comunicación. Este domingo la oportunidad se le ha presentado con la Diada y no ha desaprovechado la ocasión para lanzar unas proclamas que muchos calificarán de incendiarias, con comparaciones, como mínimo, llamativas. García-Margallo ha advertido de que el "desafío soberanista" de Cataluña es el "más importante" que enfrenta España. La afirmación la ha completado asegurando que "de una crisis se sale, un ataque terrorista se supera, pero la disolución de España es absolutamente irreversible", unas palabras que, con seguridad, levantarán mucha polvareda.
El ministro en funciones lo ha dicho en San Sebastián durante su intervención en un mitin electoral del PP del País Vasco, junto con el candidato a lehendakari, Alfonso Alonso
"Mano atada a la espalda"
El ministro ha dedicado gran parte de su alocución al "desafío interno" que significa el proceso soberanista de Cataluña, contra el que el Gobierno en funciones tiene que luchar, ha afirmado, "con una mano atada a la espalda". Ha explicado que todos los viernes se reúne con un grupo de personas "de fuera y de dentro del Ministerio" para "discutir sobre el desafío secesionista, que es el más grande que España tiene".
En clave electoral ha dicho que si Cataluña o Euskadi proclaman unilateralmente su independencia no tienen "la menor posibilidad de ser considerados estados" por la comunidad internacional, ya que se requerirían 9 de 15 votos y ningún veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. En este sentido ha añadido que "es absolutamente inimaginable que en el Consejo de Seguridad sea reconocida una declaración unilateral de independencia". 
"Aislamiento y pobreza"
En cuanto a las consecuencias de una Cataluña independiente, además de abundar en la idea de que no sería reconocida en ningún tratado internacional ni podría formar parte de la Unión Europea, su traducción en términos prácticas serían "aislamiento y pobreza"puesto que fuera de la Unión Europea perdería la "tercera parte" de su riqueza, sufriría más desempleo y dispondría de "menores pensiones, menos sanidad y menos servicios sociales".