¿De dónde saca el dinero el PP? En un panorama de partidos políticos metidos que han tenido que vivir dolorosos EREs (caso del PSOE), o ahogados por sus deudas bancarias (Izquierda Unida), o de recortes y ajustes (todos los demás), en Génova sigue corriendo el dinero. Tanto que ni siquiera el escándalo continuo en el que viven los populares, acosados por las acusaciones judiciales de la existencia de una caja B de la que, se sospecha, pudo salir dinero para pagar dinero extra a sus dirigentes, ha puesto fin a una inveterada práctica en este partido: pagar ‘sobresueldos’.

Las declaraciones de bienes que han tenido que hacer, como marca la ley, en el Congreso y Senado (entre los que está toda la dirección del PP), muestra que en Génova siguen pagando a sus máximos dirigentes, independientemente del dinero que ya perciben por su trabajo como diputados o senadores. Y además, que lo hacen muy generosamente.

O es que realmente les sobra el dinero, o es que no aprenden, o es que, simplemente, les da igual la situación de crisis en la que vive la mayoría de los españoles. Pero basta echar un ojo a esas declaraciones para quedarse atónito. Y vamos a los ejemplos.

Grupo Parlamentario Popular

No vamos a ser exhaustivos, daremos sólo los tres casos de los más conocidos y notables portavoces. Empezando por el jefe de ellos, Rafael Hernando. El vociferante jefe del grupo parlamentario Popular, además de los 102.000 euros que percibe, y que le paga el Congreso por su cargo y por ser diputado por Almería (aunque tiene residencia en Madrid), reconoce recibir del Partido Popular 41.599 euros extra al año. En fin, que se va casi a los 150.000 euros de sueldo gracias al generoso redondeo que su partido le hace.

A Carlos Floriano, caído en desgracia después de la limpia que Rajoy realizó al desplazar a Cospedal y dar el poder en Génova a Fernando Martínez Maíllo, el PP le ha endulzado a fondo el mal trago con dinero. Así, como Vicesecretario, en 2015, le pagó casi 30.000 euros, a los que ahora añade 21.181 euros más como miembro de la dirección de su Grupo Parlamentario. Esto, siempre, añadido a su sueldo y gratificaciones como diputado extremeño.

Cantidad que aún supera el otro dirigente y portavoz del Grupo, José Antonio Bermúdez de Castro, que a su sueldo y gratificaciones de parlamentario, el Partido Popular añade el bonito redondeo de 27.357 euros por ser quien es.

Dirección Popular

Por supuesto, como decimos, ese mismo generoso redondeo, y aumentado, paga el ‘partido de los trabajadores’, como llegó a proclamar en su momento María Dolores de Cospedal, sin pestañear, al PP. Y si empezamos por su supuesto ‘segundo’ (en realidad quien realmente manda en el partido), Fernando Martínez Maíllo descubrimos que el PP le paga 71.000 euros en sobresueldo. Eso al menos, porque dice haber cobrado entre julio y diciembre de 2015, en sobresueldos, 35.338, 16 euros. No hay que ser muy imaginativo para deducir que en 2016 esa cantidad al menos se doblará. Y siempre, recordamos, a esta cantidad hay que añadir su sueldo oficial, el de diputado. 

La otra estrella de creciente luminosidad en el firmamento de Génova 13, Pablo Casado, tampoco sale mal parado. El Partido Popular le pagó el año pasado 24.885 euros por ejercer de vicepresidente. Lo previsible es que se acerque a 50.000 euros este 2016. Y de nuevo, a esto hay que añadir el dinero que percibe como diputado, con los complementos por las comisiones a las que se apunte.

Podríamos seguir así, pero la idea ya está expuesta. El PP sigue pagando sobresueldos, como si nada hubiera pasado en estos años. Ni en los tribunales, ni en las calles. Y sin importarles que por ley se especifique que el trabajo, y por tanto los ingresos, de los diputados y senadores son incompatibles con cualquier otra labor, por lo que estos ingresos son, cuando menos, discutibles.

Un último apunte, sin embargo, antes de acabar. Un apunte que puede llevar a diferentes interpretaciones. El caso de María Dolores de Cospedal. Y ese dato es que ella no declara percibir sobresueldo alguno del partido del que es secretaria general, aunque todos los que están por debajo de ella si lo hacen. Extraño. O erróneo, porque seguro, seguro, que la expresidenta de Castilla-La Mancha no ha cometido ningún fraude al hacer su declaración.