En medio de una celebración litúrgica con motivo de la celebración de la transverberación de Santa Teresa protagonizada por el polémico cardenal Cañizares, uno de los asistentes interrumpió al grito de "nazi, ladrón, fascista, eso es lo que eres". 

Todo ha ocurrido este viernes en Ávila, de donde el actual arzobispo de Valencia fue obispo durante un lustro en los años 90. Está acostumbrado a la polémica el religioso, hasta el punto de que parece disfrutar con ella, no en vano conocidos son sus discursos sobre los homosexuales, las mujeres, la dictadura franquista o la actualidad política.

Por ello, no es de extrañar que muchos piensen hoy que ha recibido de su propia medicina. Según indica el digital avilared el hombre, en un momento de la celebración interrumpió y llamó a Cañizares "nazi, ladrón y fascista". A continuación abandonó la iglesia bajo los abucheos de los asitentes al grito de "perroflauta".

En el vídeo colgado por el mismo digital se puede ver como el joven es perseguido por varios asistentes a la misa, con una actitud poco cristiana, puesto que incluso parece que da la impresión de que alguno hace ademán de golpearle.

Según se puede escuchar en el citado vídeo, algunos de los que se apresuraron a perseguir al joven lamentaban su "falta de respeto". El incidente, que el digital califica como "escrache", tuvo lugar en medio de una misa celebrada en el Convento de la Encarnación abarrotada hasta la bandera, y a la que, además de Cañizares, asistieron una veintena de presbíteros y el obispo de Ávila, Jesús García Burillo.

En una línea que suele ser habitual en él, el arzobispo de Valencia incendió su alocución con afirmaciones como que existen "políticas culturales" encaminadas a "eliminar a la iglesia y a Dios", afirmando, dice avilared, que "Santa Teresa no permitiría esto", añadiendo que la institución que representa es objeto de "persecuciones y descalificaciones desde fuera y dentro", eso sí, sin hacer autocrítica o situarse como uno de los principales incendiarios de la vida pública desde la protección que otorga el púlpito.