¿Qué te tira más? ¿La izquierda o la derecha? Ya, ya sabemos que si estás leyendo el mejor diario digital de la red no es porque seas precisamente un discípulo aventajado de Marhuenda. Esos entran en ELPLURAL.COM y a los quince segundos explotan como las burbujas del Candy Crush a consecuencia de la envenenada y siniestra bilis que se almacena en su estómago. Hoy hablamos de otro concepto radicalmente distinto sobre izquierda y derecha: la preferencia natural que tenemos las personas por usar un lado u otro de nuestro cuerpo.

¿Y por qué hoy y no mañana? Porque desde exactamente cuatro décadas se celebra el Día internacional de los zurdos, un evento fijado cada 13 de agosto que pretende concienciar sobre las grandes dificultades a las que, aún hoy, se enfrentan las personas que tienen preferencia por usar la parte izquierda de su cuerpo. Muchos de los que leéis estas líneas probablemente hayáis compartido aula con alguno de ellos, y habéis visto las mofas que ocasionaba. Aunque con el paso de los años nos hemos vuelto mucho más civilizados, hace un par de décadas los zurdos tenían que aguantar las permanentes bromas de sus compañeros de clase. De ellos, se ha dicho toda clase de barbaridades: que son menos listos, que tienen más riesgo de padecer esquizofrenia, que viven menos e incluso que hay más asesinos zurdos que diestros.

Detrás de todas estas barbaridades, sí hay cosas que los zurdos padecen: la tontería del monopolio diestro. Estudios científicos apuntan a que cobran menos, disponen de menos facilidades -ya que el mundo está pensado para los que van con la derecha por montera- y viven menos (aunque ciertamente de esto no tiene la culpa el monopolio diestro).

Avisado estás: nunca te pegues con un zurdo

Por fortuna, hay algunos superpoderes de los que solo gozan aquellos que se desenvuelven mejor con la izquierda. Su ventaja evolutiva más clara es que son luchadores natos, especialmente en el cuerpo a cuerpo. ¿El motivo? Es de lo más curioso. Según explica Rik Smits en su libro The Puzzle of Left-handedness, la razón es que los diestros tienen menos oportunidades de entrenar contra los zurdos, una laguna magnífica para estos que asestan el golpe final sin que al otro le haya dado tiempo a parpadear. 

Además, es una ventaja que disfrutan desde las tribus primitivas. Una investigación realizada por la Universidad de Montpellier encontró que, curiosamente, en las sociedades antiguas más violentas existía una mayor presencia de zurdos. Otras investigaciones han encontrado que además de ser más atléticos y buenos para deportes como el tenis o el béisbol, tienen mejor visión espacial.

A esta ventaja de los zurdos en un careo hay que añadir que pueden llegar a ser completamente impredecibles. Varias investigaciones aseguran que el que no se decanten por ningún hemisferio de forma prioritaria provoca que aquellas áreas de la corteza cerebral encargadas de procesar las emociones negativas presenten mayor actividad. ¿Consecuencia? Una buena ración de ira y hostilidad. Y es que tanto meterse con los zurdos no iba a salir gratis.

Por esa razón, ten cuidado con las personas que tienen la izquierda muy desarrollada: si te metes con ellos con malignidad y alevosía podrían darte una buena paliza (y si no que le pregunten a Hermann Tertsch).