Castilla La Mancha parece no querer abandonar el protagonismo mediático. Si todavía humea el polémico incendio de neumáticos en el vertedero más grande de Europa, en Seseña, ahora vuelve a la palestra informativa al conocer la proyección de unos videos fascistas en la localidad de Guadamur, cercana a la capital de Toledo, donde “reina” desde hace décadas la alcaldesa del PP, Sagrario Gutiérrez, quien el pasado marzo, aprovechando su mayoría absoluta, nombró a Mariano Rajoy “persona muy grata”, en un intento de contrarrestar la decisión del ayuntamiento de Pontevedra, que en febrero le declaró todo lo contrario, “persona non grata”, por haber aprobado siendo presidente en funciones que una fábrica de celulosa montada junto al mar durante la dictadura pueda seguir operando en el mismo lugar durante 60 años más.

¿Dónde está ahora el juez Moreno?”

Como ya ha informado ELPLURAL.COM, en la noche del pasado sábado se proyectaron sobre la fachada del imponente castillo de Guadamur unas imágenes donde aparecían los citados genocidas, y no sólo eso, también se subrayaba “la pericia” de Franco para evitar entrar en la II Guerra Mundial. Toda una apología del nazismo; del genocidio, que llevó a algunos vecinos, “sobre todo a la rama socialista de la alcaldesa”, reconocen a este periódico algunos presentes, a abandonar el espectáculo audiovisual, titulado “Lux Gothorum”, enmarcado dentro de las IX Jornadas Visigodas, a las que la Diputación por estos acontecimiento ha retirado su colaboración. Hechos en los que la Fiscalía todavía no ha actuado de oficio, “como hizo en Madrid con la actuación de los titiriteros, encarcelados por orden del juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno”, comentan las mismas fuentes, al mismo tiempo que se preguntan: “¿dónde está ahora el juez Moreno, y la Fiscalía toledana; a qué espera para denunciar tamaña aberración, presenciada por decenas de niños?”.

La Fiscalía deber actuar de oficio

Razón no le falta a estas voces que piden la intervención de la Fiscalía toledana dirigida por Luis Ibáñez, “tan contundente a la hora de mostrarse a favor de entregar a un padre maltratador la custodia de su hija menor”, añaden, “ahora es cuando la Justicia debe demostrar que no hay varas distintas, que todos somos iguales, y que la apología del fascismo y del genocidio es tan execrable que cualquier otra exaltación que vaya contra los derechos fundamentales de las personas”. Atendiendo a estos sólidos argumentos, a la Fiscalía no le quedará otra que abrir una investigación para aclarar qué pasó en la noche del sábado en Guadamur y quién o quiénes fueron los responsables de tamaño atentado contra la memoria histórica de un país.

El PP mira para otro lado…

Por eso es necesario echar mano de la hemeroteca para recordar a nuestros lectores la actitud de los líderes del PP cuando los titiriteros contratados por el ayuntamiento de Madrid pusieron en escena una obra considerada por la derecha castiza “lamentable, que no tiene justificación”. De hecho, presentaron una denuncia en los juzgados de la Plaza de Castilla contra la concejala de Cultura. “Los madrileños no nos merecemos una concejal como la señora Mayer y, si la alcaldesa no la inhabilita, esperemos que los tribunales lo hagan”, explicó el portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna. En parecidos términos se expresó el portavoz del PP nacional, Pablo Casado, que pidió también la dimisión de la edil: “que lo que está pasando en Madrid y Barcelona no pase a nivel de otras comunidades autónomas y no pase a nivel nacional”, dijo.

Y Aguirre y Fernández, desparecidos

Pero aquí no queda la cosa. Esperanza Aguirre, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, catalogó en su momento la actuación de los titiriteros de “delito de incitación al odio”. Por su parte, el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández, fue más lejos al afirmar “estar muy de acuerdo con la decisión judicial de enviar a prisión a los dos titiriteros”, añadiendo que además del “presunto delito de enaltecimiento, apología del terrorismo y de humillación a las víctimas, eso se produjo con el agravante de que era una actuación dirigida a menores, y en los que había menores”, exactamente igual que la proyección nazi del sábado en Guadamur.

Empezamos con los visigodos y…

Sea como sea, el caso es que el episodio protagonizado por el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ordenando el encarcelamiento de los titiriteros, sin fianza y poco más o menos que condenados a galeras, forma parte ya del despropósito nacional, porque privar a alguien de libertad y despojarle de los derechos fundamentales, eso, sólo puede justificarse en una situación que, hoy por hoy, no alcanzamos a imaginar. No así la filosofía de los autores del video de Guadamur, que, claro, empezaron con los reyes visigodos y se fueron creciendo; viniendo arriba, hasta que acabaron con…Franco, Himmler y Pétain, y la hazaña del genocida íbero al “frenar” a las tropas hitlerianas en Hendaya. En fin.