Tarde, a regañadientes, mal y con reproches, la actitud del Gobierno del PP hacia los enfermos de hepatitis C no puede ser más deplorable. Después de negarles durante toda la legislatura los medicamentos más novedosos contra su dolencia, Sanidad activó por fin en 2015 un plan para abordar la hepatitis C que no satisfizo a los enfermos, quienes recientemente denunciaron que casi la mitad de ellos quedaban excluidos.  

Pero además estos enfermos han tenido que escuchar cómo el Gobierno, el mismo al que en 2015 se le llenaba la boca a la hora de hablar de recuperación y reducía impuestos antes de las generales porque decían que ya se podía permitir, les señala ahora por la desviación del gasto. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha citado el pago del tratamiento de la hepatitis C por parte de las comunidades, que se elevó a 1.090 millones de euros, como una de las razones de que el déficit público haya desbordado las optimistas previsiones del Gobierno popular. El déficit ascendió a 55.755 millones de euros, equivalentes al 5,16 % del PIB, casi un punto por encima del 4,2 % pactado con Bruselas y más de 10.000 millones sobre lo previsto. 

La Plataforma de Afectados por Hepatitis C ha respondido a través de su cuenta de Twitter al ministro mostrando su indignación. Además han retuiteado las opinones de varios tuiteros que han llevado el debate al terreno que menos le interesa al PP: ¿El coste de la corrupción y de la mala gestión que han protagonizado los populares no lo cuentan?