La Fiscalía de Delitos de Odio y el Consejo Superior de Deportes deben intervenir contra los ultras del PSV Eindhoven que humillaron e insultaron con expresiones racistas a un grupo de mujeres gitanas de origen rumano el pasado martes en la Plaza Mayor de Madrid. Así lo ha expresado Movimiento contra la Intolerancia que reclama firmeza y diligencia contra la impunidad. Exigen la aplicación del Código Disciplinario de la UEFA contra el Club de Futbol.

La escena fue impresentable y se ha podido conocer gracias a las grabaciones de las personas que estaban en aquel momento en la Plaza Mayor de Madrid. Un grupo de aficionados del PSV Eindhoven se dedicaron arrojar monedas y billetes a un grupo de mujeres rumanas que mendigaban por la zona. Tiraban el dinero al aire, azuzaban para que las mujeres se pelearan entre sí y se reían y aplaudían. También las insultaron y se dirigieron a ellas con expresiones racistas.

Denuncian delito

La ONG que preside Esteban Ibarra ha denunciado estos actos humillantes y degradantes que consideran “pueden ser constitutivos de delito tras la reforma del artículo 510 del Código Penal establecido, entre otras conductas, para quienes lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de personas o grupos referidos a su condición étnica u origen nacional”.

“Esto es lo que debe investigar la Fiscalía con las grabaciones y testimonios disponibles y en colaboración con la Embajada de Holanda proceder a una posible y necesaria acusación por estas acciones que dañan además de las víctimas directas, a su colectivo y al conjunto de una sociedad democrática que ante tales hechos no debe permanecer indiferente”, manifiesta la ONG.

Acción disciplinaria de la UEFA

Reclaman también que el Consejo Superior de Deportes, dada la claridad meridiana del Reglamento Disciplinario de la UEFA, requiera a sus órganos responsables la aplicación de las sanciones previstas en su artº14 para cuando “se insulte la dignidad humana de una persona o grupo de personas por cualquier motivo, incluyendo el color de piel, raza, la religión o el origen étnico”.

Ello se le debe exigir, considera Movimiento contra la Intolerancia, al Club de Fútbol PSV Eindhoven, para el que el citado reglamento interpreta responsabilidad en el comportamiento de sus hinchadas asociadas.

Los ultras no tienen carta blanca

“Movimiento contra la Intolerancia pide a la Fiscalía y al Consejo Superior de Deportes que actúen con firmeza y diligencia dado que la indolencia institucional puede conllevar que estas conductas se interpreten en clave de “impunidad” trasladando a la sociedad que se pueden violentar los derechos fundamentales y las libertades garantizados por la Constitución”.

Recuerdan también que “las normas internacionales de Derechos Humanos, rigen en todos los ámbitos, incluido el fútbol y sus aficiones, sin que pueda interpretarse que los grupos ultras tienen carta blanca en sus traslados internacionales para cometer todo tipo de vejaciones y tropelías”.