Este viernes ha comparecido ante la Comisión de Investigación sobre corrupción de la Asamblea de Madrid el presidente autonómica Ignacio González. Su intervención ha versado alrededor de la operación de su Gobierno al vender 3.000 pisos de Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) a un fondo de inversión.

La intervención, como se esperaba, ha sido muy intensa, especialmente ante las preguntas del portavoz de Ciudadanos y el de Podemos. González no ha prado de insistir en que su Gobierno realizó las operaciones de venta al encontrarse “en un contexto muy complicado, mucho más agravado por un sistema de financiación que le perjudicaba a la Comunidad”. El expresidente ha colocado las ventas de vivienda pública dentro del a necesidad de la Comunidad de reducir su presupuesto en 2.400 millones para conseguir los objetivos de déficit marcados desde el Gobierno central.

Todo dentro de la Ley
González ha defendido durante toda su intervención que la decisión de vender los pisos del Ivima se tomó de forma conjunta por todo el Consejo de Gobierno al entender que los inquilinos, a los que la empresa pública tiene como objetivo final pender los inmuebles, no tenían acceso al crédito por encontrarse en un momento de crisis, por lo que “era imposible hacer la venta individualizada" y se decidió vender en bloque las 32 promociones de pisos.

El expresidente ha insistido en que el método que se eligió para la venta se encontraba dentro de “la ley, salvaguardando los derechos de los inquilinos. Pueden comprar la casa en las mismas condiciones. El objetivo final de las viviendas era venderlas según su configuración. Se cumplió todo el procedimiento que marca le ley".

Del mismo modo, los ingresos que resultaron de la venta, asegura, se revirtieron en el Ivima, como marca la Ley del Suelo, y sirvieron para “seguir haciendo política de vivienda de la Comunidad”.

Momento de acusaciones
La parte más tensa de la comparecencia se ha producido durante las preguntas del portavoz de Podemos, el diputado Ramón Espinar, que ha desmentido de las palabras de González asegurando que desde la venta de las viviendas al fondo de inversión sus inquilinos ya no gozaban de los mismos derechos.

El representante de Podemos le ha explicado a González que estas viviendas eran para gente con escasos recursos, “para que lo entienda esto es para gente que no tiene testaferros en Delaware para comprarse áticos en Estepona”. La alusión velada a los procesos judiciales abiertos a González ha hecho que este protestase por su derecho al honor y, ante la llamada de atención de la presidenta, Espinar ha respondido con sorna que estaba convencido de la “presunción de inocencia” del expresidente.



Comparecencia de Cavero
Además del expresidente de la Comunidad de Madrid, este viernes ha comparecido en la Comisión el exconsejero de Transportes y Vivienda de la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero, quien ha negado cualquier conflicto de intereses en la venta de los 3.000 pisos sociales del Ivima a un fondo de inversión.

Cavero está señalado porque su empresa, la SICAV Bussola 99, está relacionada con las que participaron en la operación: Azora Gestión, Encasa Madrid y Goldman Sachs Group. Durante la comparecencia, desde el Grupo Socialista se le ha preguntado directamente si "¿era usted el hombre de Goldman Sachs en Madrid?”. Cavero ha eludido responder y se ha limitado a señalar que desde la Junta de Andalucía se ha vendido 70 edificios públicos a un fondo de inversión. "Ustedes predican una cosa en Madrid y otra en Andalucía".

Ignacio González también ha sido preguntado por la relación de su consejero con la operación. El expresidente se ha limitado a decir que desconocía la relación de Cavero con Goldman Sachs y lo ha desvinculado totalmente de la operación.