El acuerdo nuclear con Irán impulsado especialmente por Barack Obama ha supuesto el levantamiento de las sanciones sobre el país persa, que vuelva a generar suculentos ingresos con el petróleo y que a su vez dispongan de recursos para recurrir a empresas extranjeras para suministros, infraestructuras, etc. Al olor del negocio han acudido tres ministros españoles, el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, el de Industria y Turismo, José Manuel Soria, y la de Fomento, Ana Pastor.

Al Gobierno le ha faltado tiempo para correr en la búsqueda de esas oportunidades de ingresos, lo que sorprende al menos por las formas porque Mariano Rajoy tuvo una actitud muy crítica con José Luis Zapatero por la Alianza de Civilizaciones de la que formaba parte Irán -aunque como presidente no tuvo inconveniente en heredar esa iniciativa para intentar aumentar su proyección internacional- y ha tratado de vincular reiteradamente a Podemos con la financiación iraní. Las redes se han encargado de recordar estas contradicciones del Gobierno y de sus periodistas palmeros.