El Gobierno municipal de Ada Colau desveló este miércoles que dejaba la celebración de una misa oficial fuera de los actos de las fiestas de la Mercé. La explicación que daba era la de "respeto a la aconfesionalidad de las instituciones". Sólo pasadas unas horas, el arzobispado ha contestado en un comunicado oficial. La decisión, ha dicho, "rompe una tradición multisecular".

"Adaptar la fiesta a la aconfesionalidad"
El Gobierno municipal, en su decisión, explicaba su apuesta por "actualizar y adaptar la fiesta a lo que es el principio básico de la aconfesionalidad y laicidad de las instituciones". Eso sí, en el mismo comunicado avisaba que la misa "se celebrará con total normalidad", ya que desde el Gobierno municipal tienen respeto a la pluralidad religiosa, aunque nadie asistirá en representación del consistorio.



Horas después, el arzobispado hacía un comunicado en el que lamentaba esta decisión que, como apuntamos, significaba para las autoridades religiosas barcelonesas la ruptura "con la tradición multisecular que siempre ha reflejado el programa oficial de las fiestas".

"Es bonito ver a las autoridades en actos culturales y religiosos"
Y venía a decir, que en realidad el respeto a la sociedad está en que las autoridades acudan "ya que muchos ciudadanos de Barcelona son católicos y valoran esta celebración". "Es bonito ver a los representantes del pueblo en actos culturales, religiosos y sociales que los ciudadanos valoran, organizan y celebran -sigue el comunicado-. La laicidad del Estaso armoniza con la forma de ser de la sociedad que es plurirreligiosa".

Las fiestas, que tienen lugar en septiembre, sí contarán con la misa, que, como ha anunciado el arzobispado "tendrá lugar en la basilica situada en la plaza de la Mercé, tal y como ha sucedido desde el 24 de septiembre de 1868".