Parecía que la lucha interna del PP por el control de RTVE, que en el periodo Echenique-Somoano habían mantenido Moncloa y Génova, se había acabado con la 'derrota' de los 'moderados' y la apuesta por la vuelta a los tiempos de Urdaci que simbolizaba la llegada del presidente José Antonio Sánchez, pero no ha sido así. Según ha sabido ELPLURAL.COM en fuentes de Prado del Rey, la no cristalización, al menos de momento, del contrato de Ernesto Sáenz de Buruaga para realizar un nuevo programa de debate, España Opina, que adelantamos en este periódico, tiene que ver con el recrudecimiento de esa pelea.

Sáenz de Buruaga cuando trabajaba en la extinta Veo7



Buruaga llegaba con un contrato de cinco años
"En Torrespaña Gundín y los suyos, que veían que el desembarco de Buruaga tenía más calado que el de la realización de este simple programa, se apoyaron en alguno de los consejeros más 'genoveses' para paralizar su llegada", nos dicen. Y nos apuntan que la resistencia tenía que ver con el convencimiento de que la llegada de Buruaga a este programa no era sino el regreso de lo que conocen como 'PP blando', el que representaban Somoano y Echenique, el de 'la manipulación de guante blanco', que pasaría a controlar los informativos una vez cumplido su papel de realizar el programa debate durante el ciclo electoral que ahora se inicia.

Y en este sentido nos adelantan un dato clave: "Buruaga no venía simplemente con un contrato para este programa, lo que se le ofrecía era un contrato de cinco años". Un contrato que le llevaría a Torrespaña, la sede de los informativos, tras las elecciones si ganaba el PP, o que "supondría consagrar la infiltración del PP más allá de este periodo legislativo en caso de su derrota".

Una pelea dentro de una estrategia peligrosa para el futuro de RTVE
En fuentes sindicales de la propia RTVE nos confirman esta situación de lucha interna entre las dos secciones del PP, de las que ya les hemos informado en otras ocasiones en este periódico, porque es una lucha que se está reproduciendo prácticamente desde el comienzo de la legislatura.

"Lo que se está viviendo -nos dicen esas fuentes sindicales- es una guerra brutal dentro del partido PP, que nos afecta a los trabajadores... Se están pasando a cuchillo, literalmente, porque los que están ahora siendo destituidos, no lo olvidemos, son la gente que habían puesto Somoano y Echenique, porque ya no quedaban directivos del periodo Zapatero... Lo que se está viviendo no se había visto ni siquiera en los cambios de color del partido en el Gobierno".



Lo que ha desembarcado en TVE es "el tea party del PP"
Y lo que preocupa a los sindicatos es que en esta guerra, que tiene que ver, nos dicen, en gran medida con que "están desesperados por asegurarse una victoria electoral, en la que creen que TVE puede ayudarles tanto en las municipales con los centros territoriales, que algunas comunidades son aún el único gran medio de referencia local, como en las generales, pueden llevarse por medio la empresa".

Lo que denuncian los trabajadores es que quien ha ganado en TVE con el desembarco de la pareja Sánchez-Gundín ha sido "el 'tea party del PP', los más carca dentro del PP, como lo demuestra el desembarco de la gente de Intereconomía..., y lo que quieren es el modelo Telemadrid, el modelo Canal Nou..., incluida la jibarización de la casa".

Ahogo económico, desprestigio ante las audiencias, binomio para permitir el fin de la actual RTVE
Lo que está sucediendo, dicen, es la culminación de un proceso que tiene otra pata, la que lleva a cabo desde hace tiempo el director general corporativo, Enrique Alejo, "'el hombre de Montoro', que está ahogando económicamente la empresa.., en un proceso que se completa con la manipulación tan grosera de nuestros informativos, que está echando a la gente, que está provocando la caída de audiencias que vivimos y que acabará justificando entre la población que es justificable cargarse o reducir hasta hacerla intrascendente, una televisión pública con esos pobres índices de audiencia".

Mientras, este jueves el Presidente de la Corporación, José Luis Sánchez, la cara de ese "PP más carca" que se ha hecho con el control de RTVE, comparece ante la comisión de control parlamentario, con una mochila complicada en la que está incluido el tema del rechazo de su propio Consejo de Administración al programa de Buruaga, las acusaciones de manipulación y la redacción levantada en armas, con paros y movilizaciones además de una resistencia continua en el día a día, y el desembarco de los 11 nuevos redactores, que para los redactores "no significan sino la creación de una redacción paralela de la absoluta confianza política de esta dirección, porque ¿cómo se puede decir y justificar que entre los más de 1.200 redactores de informativos no hay nadie preparado para hacer el trabajo que van a hacer estas personas, muchas de las cuales apenas si tienen experiencia?".