José Antonio Monago no tiene una rueda de prensa tranquilo..., porque no para de meterse en líos. El último que le persigue lo alimenta su insistencia en subrayar que él es un político humilde, que está renunciando a todos sus privilegios. Y para ello anda empeñado en que se le reconozca el supuesto mérito de la venta de la residencia oficial de los presidentes de la Junta en Mérida. Algo que, por cierto, no quieren ni el alcalde de Mérida, también como él del PP, ni los emeritenses, que han convocado una serie de manifestaciones en contra.

Presidentes extremeños y sus privilegios
Lo malo para Monago es que su insistencia está provocando que se ponga la lupa sobre todo lo relacionado con la figura del presidente y su estatuto... Y el tiro le está saliendo por la culata. El último disparo en este sentido lo suministraba el diario Hoy a través de una información que desvela que se está construyendo una oficina para que la utilice cuando deje de ser presidente. Una 'oficina' que, salvando las distancias, recuerda, por ejemplo, al estatus que tienen los presidentes estadounidenses, que mantienen en universidades los 'documentos oficiales' generados durante sus presidencias.
 

El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, durante una rueda de prensa en la sede de la Presidencia en Mérida. EFE

 

 


En 2007 Guillermo Fernández Vara y Carlos Floriano, entonces presidente del PP extremeño, pactaron una regulación del estatuto de los presidentes de la comunidad. Este acuerdo se pasó a modificar por la Asamblea en 2013, y así se fueron añadiendo privilegios entre los que estaba la posibilidad de tener un despacho oficial para llevar sus asuntos.  En este sentido, se negoció con la Universidad de Extremadura, que a cambio de recibir en sus archivos el fondo documental, cedía parte de sus instalaciones para la construcción de una serie de 'Oficinas para los expresidentes'.

Unas oficinas para acoger a nadie
Para construir estas oficinas, en concreto tres, la Asamblea llegó a un acuerdo con una empresa a cambio de 69.187 euros. Lo que sucede es que el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, primer presidente de la Comunidad, ya renunció en 2011 a cualquier privilegio, y en noviembre de 2013 Guillermo Fernández Vara, también socialista, renunció igualmente a ellos. Es decir, se están construyendo oficinas, y gastando casi 70.00 euros, para quienes ya han renunciado a ellas, y por tanto no las usarán..., y para el propio Monago cuando pase a condición de ex.

En la rueda de prensa que tenía esta mañana de lunes, los periodistas le han preguntado a José Antonio Monago por esta información del diario Hoy... La contestación del presidente extremeño es difícil de seguir, porque no da razones para mantener este gasto, sino que especula sobre si él podría o no renunciar a sus derechos cuando deje de ser el Presidente extremeño: "yo no me he manifestado -ha dicho- porque voy a seguir siendo presidente, sé que voy a ganar". Y luego en el colmo del absurdo ha dado a entender que "renunciaré a los privilegios cuando sea"... Es decir, la Asamblea de Extremadura mantendría la construcción de unas oficinas cuyo futuro consistiría en estar vacías.



Dietas 'futuras' para Monago
Pero para que el absurdo sea completo, en la Asamblea de Extremadura, como cuenta el Hoy, se está preparando una ley en la que se desarrolla ese estatuto del presidente que recoge otra serie de beneficios (recordamos, a los que ya han renunciado los expresidentes actuales, Ibarra y Vara), alguno muy llamativo.

Así, además de esa 'oficina' que está costando miles de euros a los extremeños, se ha añadido en la tramitación por un lado que los expresidentes tendrían un presupuesto para dotar estas oficinas de personal y medios necesarios para su funcionamiento. Pero es que además se les reconoce el derecho a percibir dietas por viajes, estancias y traslados cuando ejerzan funciones de representación a instancias de la Junta.