El magistrado Manuel Marchena Gómez. Foto: Poder Judicial



Como se preveía, Manuel Marchena ha sido elegido presidente de la Sala Penal del Tribunal Supremo con el apoyo de los vocales propuestos por el Partido Popular, de esta manera procesos de relevancia política como los casos Gürtel y Bárcenas, los ERE de Andalucía y el caso Urdangarin estarán en manos de un magistrado de la órbita del PP.

Conde-Pumpido era el candidato del sector progresista
Marchena ha recibido el voto de los vocales propuestos por el PP y CiU, además del apoyo del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes (12 votos en total), frente a los siete votos que obtuvo el exfiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido, la opción de los vocales progresistas, y al único voto conseguido por el tercer candidato, Miguel Colmenero. La elección de un magistrado claramente en la órbita del partido de Gobierno es un paso más en el asalto del PP contra la independencia judicial, como ya adelantó ELPLURAL.COM.  Se trata del tribunal sobre el que recaen los procesos judiciales de miembros del Gobierno, parlamentarios y miembros de la Familia Real, entre otros aforados.

El papel de Marchena contra Garzón
Manuel Marchena fue uno de los magistrados que tomó parte de la operación contra Baltasar Garzón e intentó condenarle por presuntos delitos de prevaricación y cohecho en 2010 por el caso de los cursos en el Centro Rey Juan Carlos I de España la Universidad de Nueva York, patrocinados por el Santander, entre 2005 y 2007. El proceso fue finalmente archivado. A Garzón, se le intentó juzgar, además, por investigar los crímenes del franquismo y por las escuchas durante la instrucción del caso Gürtel. En este último caso, que afecta el corazón del PP y con el que se consiguió inhabilitar, finalmente al juez, Marchena no sólo formó parte del tribunal, sino que llegó a jugar un papel importante.

Su ascenso en la época de Aznar
El ascenso en la carrera de Marchena se produjo durante los Gobiernos de José María Aznar, cuando se convirtió en el hombre de absoluta confianza del entonces fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, un miembro del Opus Dei. Entonces, ya enseñó la patita cuando evitó que se procesara al ministro Josep Pique, acusado de fraude en el caso Ertoil.

Su voto favorable al PP en el caso de la agresión a Bono
En 2007 volvió a situarse del lado del PP cuando votó contra un recurso de tres policías condenados por la detención de dos militantes del PP que presuntamente habían participado en la agresión al entonces ministro de Defensa, José Bono, en una manifestación en Madrid. Aquel caso fue utilizado por Génova para atacar al Gobierno socialista.

Su cambio de postura sobre las escuchas
En la estrategia del PP contra el sistema de escuchas de teléfonos móviles, llamado Sistema Integrado de Interceptación Ilegal de Telecomunicaciones (SITEL) que intentaba poner en marcha Zapatero, Marchena emitió un voto particular discrepante desde el Supremo cuestionando el sistema. Lo hizo a pesar de que antes había participado en una sentencia de las nueve emitidas por ese Tribunal en 2009 que lo avalaban. En definitiva, SITEL había sido adquirido bajo el mandato de Aznar. ¿Por qué el cambio de postura de Marchena? Porque el sistema se volvió contra el PP en el caso Gürtel. Su voto en contra se produjo cuando la cúpula popular cuestionó las escuchas telefónicas a los cabecillas de la Gürtel, ordenadas por Garzón.

Su papel en el caso Camps
Marchena fue, además, uno de los cuatro magistrados de la Sala del Tribunal Supremo que avaló el polémico veredicto del jurado popular en el juicio contra el expresidente valenciano Francisco Camps, que le salvó a pesar de las numerosas pruebas contra él.