La decisión de Felipe VI de cerrar la posibilidad de que los miembros de la Familia Real puedan acceder al sector privado deja a su hija menor, Sofía, sin la posibilidad de desarrollar una carrera profesional, si ese fuera su deseo, si quiere mantener sus privilegios reales. Está condenada a ser sólo Infanta, eso sí con una asignación económica y demás ventajas. La medida impide, por otra parte, al Rey Juan Carlos, entrar en algún consejo de administración, si tuviera esa tentación, según El Mundo.
Sofía, ¿como Pilar y Margarita?
Con la medida impulsada por Felipe VI, la Infanta Sofía le espera un futuro similar al de las hermanas del Rey Juan Carlos, Pilar y Margarita, que tuvieron que renunciar a sus derechos de sucesión al trono al contraer matrimonio con personas ajenas a alguna Familia Real. Aunque en sus casos, ninguna ha trabajado para la empresa privada. En el caso de la Infanta Pilar, no desarolló su vocación de enfermera y se ha dedicado sólo a cargos representativos, como la presidencia de la Federación Ecuestre Internacional. La Infanta Margarita, por su parte, se ha mantenido en un discreto segundo plano.
Una asignación del Estado, bienes, herencias...
La más pequeña de la Familia Real no tendrá necesidad de trabajar, salvo realizar labores propias de representación, porque tendrá una asignación del Estado, bienes, herencias, joyas, pero tendrá que reprimirse si desea desarrollar una labor profesional como, por ejemplo, sí pudo hacerlo su madre en el Periodismo, y lo mismo sucederá con su futura pareja.
Don Juan Carlos no podrá entrar en ningún consejo de administración
El periodista e historiador Fernando Rayón ha ofrecido pistas, además, de por dónde pudieron ir los tiros en cuanto a la decisión de Felipe: "La norma afecta fundamentalmente a Don Juan Carlos, por si tuviera la tentación de entrar en algún consejo de administración, lo que no sería conveniente".
