Cuatrocientos folios necesitaron los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo para pedir el procesamiento de los 18 consejeros de Banca Catalana entre los que se encontraba Jordi Pujol, el honorable president de la Generalitat y alma mater del nacionalismo moderno, Jordi Pujol. Mena y Jiménez Villarejo referían pérdidas millonarias producidas por actividades presuntamente delictivas, como desviaciones hacia la Caja B y otras prácticas irregulares.  Finalmente en noviembre de 1986,  el pleno de la Audiencia de Barcelona decidió que en el caso de Pujol  no había indicios racionales de criminalidad en su actuación como vicepresidente ejecutivo de la entidad. Así lo consideraron 33 magistrados  que votaron en contra de procesar a Pujol, mientras que ocho jueces sí se pronunciaron a favor del procesamiento.

El padre de Jordi
No es la primera vez que las actuaciones del padre de Jordi Pujol, Florenci Pujol Brugat, han provocado problemas a su hijo. Si en esta ocasión se trata del depósito económico de un banco andorrano que el expresidente de la Generalitat atribuye a su progenitor, en 1986 el honorable ya tuvo un conflicto serio a causa de Banca Catalana  una entidad creada en marzo de 1959 por Florenci Pujol, el propio Jordi Pujol y  el abogado Francesc Cabana i Vancells.

Portada de ABC de 1986 exculpando a Pujol y criticando al PSOE.



Ficharon a Cruyff
La entidad se expandió rápidamente por Cataluña, Valencia y Baleares y abrió sucursales en las principales provincias españolas financiando actividades de espíritu catalán. Sin ir más lejos, gracias a Banca Catalana el Barcelona fichó a Johann Cruyff en 1974.

Absorbiendo e integrando
Banca Catalana fue creciendo gracias a la absorción e integración de otras entidades en apuros, incluso en algunos casos a sugerencia del Banco de España como ocurrió con el  Banco de Gerona y  con el  Banco Industrial del Mediterráneo.  Al comienzo de los 80 ocupaba el décimo puesto en el ranking bancario español y el primero en Cataluña. Contaba con 352 sucursales, más de 5.000 empleados y delegaciones en Londres, París y México.

La crisis
La crisis se produjo en 1982 siendo Jordi Pujol era presidente de Cataluña. Un anuncio falso de suspensión de pagos produjo la retirada de casi un 40% de buena parte de los bancos catalanes. La presencia inicial de Pujol motivó la politización del caso. Tres administradores nombrados por el Banco de España informaron sobre un fuerte desequilibrio patrimonial. El Fondo de Garantía de Depósitos tuvo que cubrir una ampliación de capital.

Caída y liquidación
Tras la caída financiera, en 1984 el grupo pasó a formar parte de un consorcio de grandes bancos españoles El Banco de Vizcaya se haría con su control después y acabaría liquidando la empresa y la marca comercial. Los activos se integraron en el actual BBVA.

La Fiscalía acusa
La Fiscalía presentó una querella en la que se incluía a Jordi Pujol  en mayo de 1984 Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena eran los fiscales que habían investigado y plasmado los hechos que apuntaban contra los exdirectivos de la entidad. En octubre de 1984 Pujol declaró durante dos horas y media en su residencia oficial ante el magistrado Ignacio de Lecea ante los fiscales y con la asistencia de sus abogados que eran  Joan Piqué Vidal y Juan Córdoba Roda.

Procesamiento de exconsejeros
En mayo de 1986 el juez concluyó la instrucción que sumaba ya más de 3.000 folios y cerca de 65.000 páginas de documentación. Un mes después, los fiscales Mena y Villarejo presentaban la petición de procesamiento de los 18 exconsejeros del banco, entre ellos Pujol, por presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad en documento público y mercantil y maquinación para alterar el precio de las cosas.

Los querellados
Los querellados fueron:  Jordi Pujol, Jaume Carner i Suñol, Raimon Carrasco, Francesc Cabana i Vancells, Andreu Ribera i Rovira, Oleguer Soldevila Godó, Víctor Sagi i Vallmitjana, Josep Lluís Vilaseca i Guasch, Joan Baptista Cendrós i Carbonell, Joan Martí i Mercadal, Martí Rosell Ballester, Manuel Ingla Torra, Delfi Mateu i Sayos, Francesc Constans Ros, Esteve Renom Pulit, Joan Casablancas i Bertran, Salvador Casanovas i Martí, Antoni de Moragas i Gallissá, Joan Millet Tusell, Ramón Miquet Ballart, Lluís Montserrat Navarro, Ferran Aleu Pascual, Antoni Armengol Arnau, Pere Messeguer Miranda i Ramón Monforte i Navalón.

Pujol fuera del caso
El pleno de la Audiencia de Barcelona desestimó el procesamiento de Pujol y el caso continuó para el resto de acusados. Ya en marzo de 1990, la Audiencia barcelonesa decretó el sobreseimiento definitivo del sumario al no apreciar indicios suficientes de delito pero considerando que la gestión realizada era imprudente e incluso desastrosa.

¿La culpa? Del PSOE
El desestimiento de la Audiencia con el voto contrario de ocho jueces, produjo una fuerte reacción de la derecha que acusaba al PSOE de haber realizado una campaña contra el president. Del mismo modo, se descalificó a ambos fiscales y a los magistrados proclives al procesamiento de Jordi Pujol.

Margarita Robles recuerda
Ahora, tras las sorpresivas declaraciones del presidente de honor de CiU, sobre ese dinero del legado paterno guardado en una caja del vecino país de los Pirineos del que Hacienda no sabía nada, han salido algunas voces recordando aquella historia iniciada también por Florenci Pujol y de la que a duras penas salió bien parado su retoño. En concreto, la magistrada del Supremo Margarita Robles ha recordado que ella fue uno de los ocho jueces que plantearon el procesamiento de Jordi Pujol.

Reivindica a Mena y Villarejo
Lo hace en un escrito dirigido a la Asociación Jueces para la Democracia y en el que dice que “es imprescindible reivindicar ahora el gran trabajo hecho por los fiscales Carlos Jiménez Villarejo y Jose María Mena, que fueron ferozmente criticados por la detalladísima querella que presentaron respecto a las actuaciones desarrolladas en Banca Catalana”.

Los errores de la Justicia
 “Y es también el momento de hacer autocrítica y reconocer los errores que pueden cometer en ocasiones los tribunales de Justicia”, continúa la jueza . “Solo ocho magistrados/as de los componentes del Pleno formulamos entonces voto particular, entendiendo que procedía el procesamiento de Jordi Pujol por hechos que treinta años después se han manifestado en los términos en que lo ha hecho”.

Grandes  críticas a los ocho jueces
Afirma Robles que “también por ello fuimos objeto de grandes críticas por lo que algunos consideraron ataques a Catalunya”, y concluye: “Esperemos que los años transcurridos y los errores que hay que lamentar no impidan las respuestas políticas, sociales y judiciales que en aquel entonces no supimos o pudimos abordar, y que a lo mejor hubieran impedido conductas que tuvieron lugar y que todos rechazamos”.