En estos días se puede hacer un ejercicio 'divertido' con un diplomático español. Acérquese a él, asegúrele que nadie más les escucha, y comprobará cómo de inmediato surgen de su boca tres nombres mientras se le contrae el gesto: el del propio ministro, "que lleva la cartera como si fuera 'suya'", literalmente; el del nuevo embajador en Turquía, hasta hace nada subsecretario, que se autonombró y antes hizo cosas parecidas con 'su grupo'; y el del antecesor de éste con el Gobierno Zapatero, al que se le niega uno tras otro cualquier destino que solicita, aún siendo por debajo de su categoría, en venganza por una frase que dijo del ministro.

"Nada de lo que dijo el primer día ha cumplido"
Y si preguntan al diplomático de turno, que no habla más en alto, directamente por miedo, conocerán detalles que parecen increíbles.

García-Margallo, dicen los diplomáticos, es un ministro de la antigua usanza, autoritario, cerrado a consejos.., y uno de los grandes amigos de Rajoy en el Gobierno. Foto EFE



"Cuando se presentó ante nosotros en el Ministerio -cuenta el diplomático-, García Margallo nos dijo: "Nada deben temer los funcionarios de carrera porque mi proyecto es un proyecto de todos, como hombre de la transición que soy. Necesito el concurso de todos. No habrá ceses arbitrarios ni políticos". Nada de esto se ha cumplido -concluye-; las decisiones que propio ministro ha tomado desde entonces desmienten esa declaración inicial".

Nombramiento masivo de embajadores afines al PP
En ELPLURAL.COM ya les hemos contado de 'las peculiares' características del ministro. Por ejemplo, de su paradójica poca predisposición, siendo ministro de Asuntos Exteriores a viajar, lo que nos deja infrarepresentados en diversas reuniones internacionales. O de la enorme influencia que sobre él tiene el 'cuñadísimo' de Rajoy, Francisco Millán Mon, en nombramientos y en la propia vida del minsiterio. O del trato despótico, "muy a la antigua usanza", dicen los más proclives, que utiliza con el resto de funcionarios, y que resumía un diplomático con estas palabras: "Es peculiar en el trato, muy chapado a la antigua, no sabe trabajar en equipo…, es muy cerrado a los consejos que le dan los funcionarios de toda la vida y son famosos los Comités de dirección, donde es clamoroso cómo ignora a los altos cargos, a menudo ni siquiera respetando el ‘orden del día’ establecido en la agenda".

Pero su 'vaguería' para trabajar no evita que haya mostrado una enorme actividad a la hora de 'mover' el escalafón. Eso sí, como nos dice un diplomático que sólo después de mucho trabajo ha conseguido salir de 'la cárcel' que es ahora el ministerio, lo ha hecho para proceder a "un nombramiento masivo de embajadores afines al PP".

Un proceso de politización acelerado de la carrera
"Cada cambio de gobierno da una vuelta más de tuerca a la politización de la carrera diplomática" se quejan los diplomáticos, pero dicen que esa politización ha vivido un proceso de agudización tras la llegada al poder del  Partido Popular en 2012. "En los primeros consejos de ministros se cambiaron a más de 40 embajadores... Un ritmo que no ha descendido y que ha llevado a que en lo que va de legislatura haya habido en Exteriores unos cien ceses de altos cargos, muchos de ellos, además, sin asignación clara de responsabilidades tras el cese, por lo que han engrosado los pasillos del ministerio, sin función real" (se puede leer el listado completo pinchando aquí, en enlace con la página Losgenoveses.net, colaboradora de ELPLURAL.COM).

Y esa es la situación ahora en el ministerio: "pasillos llenos de diplomáticos que en su práctica totalidad no hacen nada, porque no existe ninguna política de recolocación tras los ceses de estos puestos de máxima responsabilidad". Es decir, altos cargos, los mejor pagados, arrinconados.

Un caso sangrante de persecución personal
Lo que nos lleva a lo que los diplomáticos han considerado durante el mandato de Margallo los dos casos más sangrantes: los de los ex Secretarios de Estado de la etapa del Gobierno de Zapatero, Ángel Lossada y Juan Pablo de Laiglesia. "Hasta el último cambio de gobierno era impensable en el Ministerio de Exteriores -nos dice un veterano diplomático- que alguien que había ocupado el cargo de Secretario de Estado pudiera ser arrinconado en los pasillos. Lo mismo con los Secretarios Generales y Subsecretarios y en gran medida con los Directores Generales. Pero ahora el Gobierno del PP ha roto esta regla no escrita, y ha mantenido sin funciones reales a estos dos Secretarios de Estados y a la mayoría de Directores Generales cesados".

La situación de Ángel Lossada ha tenido reciente solución, ya que el equipo de Margallo ha aceptado nombrarle embajador en Chipre. Pero el caso de Juan Pablo de Laiglesia se está convirtiendo en 'ejemplarizante'. Este diplomático, que había sido subsecretario con Trinidad López, fue cesado como Representante Permanente ante Naciones Unidas. Desde entonces, el ministro personalmente, nos aseguran varios diplomáticos, lo ha vetado para ser cónsul en Roma y en Buenos Aires, puestos que en realidad, tanto por su antigüedad como por experiencia están por debajo de lo que le correspondería, como lo ha reconocido la propia Junta de la Carrera Diplomática en las propuestas que le remitió al Ministro en los dos últimos años.

Una carta de protesta de antiguos embajadores
El veto del Ministro a los nombramientos de Laiglesia, que éste ha llevado incluso a un recurso judicial, parece ser que se debe a un comentario personal que hizo valorando negativamente la actuación de García Margallo. Un comentario que alguien le contó y "él no perdona". La situación es tan hiriente que incluso recientemente una decena de embajadores escribieron un artículo al diario El País (aunque este lo arrinconó en la sección de cartas al Director) en el que recordaban que el veto reiterado de Margallo al exsecretario de Estado con el Gobierno socialista "nos devuelve a épocas pretéritas en que los nombramientos de diplomáticos se hacían y deshacían por la mera voluntad ministerial", un hecho que "violenta y desnaturaliza el sistema instaurado durante la transición a la democracia".

En el otro extremo, el tercer nombre que susurran los diplomáticos en activo, el del que ha sido subsecretario de García-Margallo, Rafael Mendívil Peydro. "La última cacicada del Ministro Margallo -nos dicen estos diplomáticos- ha sido permitir que el que fuera subsecretario hasta hace unas semanas se fuera del Ministerio autonombrándose Embajador en la segunda Embajada mejor pagada de la red de representaciones del Ministerio. Cuentan en los pasillos del Ministerio que sus cargas familiares, derivadas de rupturas matrimoniales, le exigen unos gastos que no puede afrontar de otra manera y el ministro le ha dejado hacer..."

El embajador "autonombrado"
Pero además, extienden este caso de 'enchufismo', porque nos dicen, "antes de irse, con el consentimiento del ministro, Mendívil Peydro nombró a su Jefa de Gabinete Embajadora en Tailandia (diplomática a la que ha recriminada recientemente el PSOE por negarse a recibir como Embajadora a la Premio Nobel de la Paz y líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi), y al que fuera Jefe de Gabinete de Margallo, como Embajador en Viena (otro caso que se hizo famoso hace meses, porque es el diplomático que quiso subirse al avión del Presidente Morales para comprobar que no llevaba con él a Edward Snowden)".

Y es que, subrayan estos diplomáticos con los que ha hablado ELPLURAL.COM, la arbitrariedad y el sectarismo que llevan a nombramientos no basados en los criterios de mérito y capacidad, se hizo patente el pasado mes de junio, cuando en dos tandas a propuesta de Margallo el Consejo de Ministros, "además de aprobar el 'autonombramiento' del subsecretario para embajador en Turquía, realizó otros once nombramientos de personas afines al propio subsecretario y el ministro, y diplomáticos que supuestamente se han declarado afines al PP".