La abdicación de Juan Carlos I era un paso que se daba por hecho desde desde hace dos años ante sus obvios problemas de salud y ante la caída en picado de su popularidad motivada por los 'negocios' de su yerno Iñaki Urdangarin, el viaje a Botsuana para cazar elefantes en plena crisis y todo lo que llevó aparejado aquel desafortunado safari: rotura de cadera y su amiga Corinna pasando a un primer plano. Pero mientras se reforzaba el protagonismo del Príncipe en una suerte de relevo en los medios, la Casa Real insistía en que no habría abdicación, dilataba los tiempos e incluso el monarca recuperaba recientemente su agenda internacional.

¿Por qué se ha producido precisamente ahora el adiós, qué o quiénes han precipitado la decisión respecto a los plazos previstos? ELPLURAL.COM repasa algunas de las versiones que se están ofreciendo en cuanto a los principales factores de este adiós.

- Cristina y su resistencia a dar un paso atrás. Una de las principales cronistas de Zarzuela, Mariángel Alcázar, explica en La Vanguardia que "el Rey se fijó como plazo máximo para renunciar el 22 de noviembre de 2015, fecha en la que se hubieran cumplido 40 años de su proclamación". Y deja caer el juicio a Urdangarin como el motivo de que se haya adelantado ostensiblemente esa fecha: "La renuncia del Rey marca también y de forma definitiva a las infantas Elena y Cristina que, tras la proclamación de su hermano, dejarán de pertenecer a la familia real para ser únicamente familiares del Rey. Durante meses, don Juan Carlos intentó que su hija Cristina renunciara a sus derechos como infanta o se separara de su marido, a modo de cortafuegos con el que evitar que la familia real se viera implicada en un proceso judicial". Alcázar cree que "al final ha sido la decisión del rey la que ha solucionado el dilema".

- Prisas ante el adiós de Rubalcaba. La proclamación de Felipe VI se producirá el 18 de junio, apenas un mes antes del congreso socialista, convocado para los días 26 y 27 de julio. La relación entre ambos acontecimientos no parece casual y en Zarzuela lo admiten, esto es lo que decía Europa Press al respecto: "Don Juan Carlos es consciente de que es más fácil abdicar ahora que cuenta con el apoyo de los dos partidos mayoritarios, y hacerlo mientras Rubalcaba se mantenga al frente de la secretaría general del PSOE". Estas lecturas están vinculadas también a los malos resultados del PP y el PSOE en las europeas y al aumento de fuerzas republicanas como IU y Podemos.

- La consulta soberanista del 9-N. La consulta soberanista convocada en Cataluña para el 9 de noviembre de este año es uno de esos elefantes que apenas están apareciendo en los análisis del adiós del Rey, pero ayer una de las opiniones más buscadas fue la de Artur Mas, que se ratificó en que se mantenía la hoja de ruta. Jordi Pujol sí apuntó abiertamente al factor soberanista como un elemento que ha influido en el monarca: "Sería sorprendente que esto no le tuviera preocupado al rey. Esto pesa porque hubo años en que parecía que la Monarquía podía ayudar a encontrar una buena manera de convivir, y resulta que no".

- Los poderes económicos y el club Bilderberg. Cayo Lara apuntaba este martes en 'Las Mañanas' de Cuatro que la abdicación no era fruto de la "generación espontánea" ni una ocurrencia del Rey: "Detrás están poderes políticos y económicos, son los que toman las grandes decisiones y el Rey, imagino, que se ha debido a una de las decisiones que han adoptado, seguramente, los que tienen más poder".

En esa misma línea, elconfidencial apunta directamente al club Bilderberg que se ha celebrado este fin de semana en Copenhague con la Reina Sofía entre los asistentes, y recogen el testimonio de la periodista Cristina Martín Jiménez: "El efecto más inmediato de la reunión del club lo acabamos de conocer con la abdicación del Rey. Date cuenta de que todas las monarquías están haciendo el trasvase generacional. Ellos trabajan por consenso y se ha decidido que era el momento en que tenía que efectuarla. No me cabe la menor duda de que la abdicación del rey es una decisión consensuada de Bilderberg". A la reunión también acudió Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA, el grupo de comunicación que lleva tiempo promocionando la imagen del Príncipe.

- Las camarillas 'felipistas' y los celos del monarca. En su columna en El Mundo Raúl del Pozo asegura que "una extraña camarilla -no llegan a cinco- le han convencido para que abdique". No apunta nombres aunque deja caer varias cosas: "Me insisten en que la decisión es del monarca exclusivamente pero ya sabemos que cuando el trono está en juego silban los puñales, aparece el síndrome del Rey Lear y las traiciones entre reyes y príncipes se suceden (...) En los últimos tiempos sintió unos inconfesables celos por Felipe de Borbón, más que nada por la atención y la adulación que le dedicaban los que querían que él se fuera". E insiste en que el rey no quiso abdicar en enero y se eligió esta fecha: "unas pocas personas, aún sabiendo lo arriesgado que resulta coaccionar a los reyes, le han convencido de que éste era el momento propicio, antes de que caiga el sistema y antes de que vaya su yerno a la cárcel". Ya en las tertulias Del Pozo ha ido un poco más allá hablando de las presiones de los expresidentes, en alusión a González, Zapatero y Aznar, y en ese sentido Javier Ruiz también los señala apuntando especialmente al popular.