El Partido Popular sigue sin actuar contra las manifestaciones fascistas de miembros de su partido, en cargos institucionales y en las filas de Nuevas Generaciones. Lejos de la contundencia que prometió en su día, la única expulsión que se ha producido hasta la fecha es la del joven Óscar Rodríguez, en Paterna, aunque no por haber colgado en Facebook una foto suya haciendo el saludo nazi delante de una bandera del PP con la gaviota, sino por militar a la vez en varias formaciones políticas.

¿Inflexible?
Y todo ello pese a que el PP aseguró que sería "inflexible" con los afiliados que exhibieron símbolos o actitudes fascistas el pasado verano. Tal y como recuerda Luz Sanchís, cuatro meses después de que se produjese la polémica solo se ha dado un primer paso: la apertura de expedientes informativos. Pero esos expedientes aún duermen en un cajón de la calle Génova. Según la formación política, todos se encuentran en "fase de alegaciones" para dar su versión a la dirección de la formación juvenil. Sus casos se verán en un próximo Comité de Derechos y Garantías, que no tiene ninguna periodicidad establecida ni se ha decidido aún cuándo se convocará. El PP no facilita los estatutos de NNGG para detallar qué artículos concretos han incumplido sus cachorros ni el régimen disciplinario que recoge las sanciones.

Lentitud del proceso
ELPLURAL.COM ya adelantó el pasado mes de noviembre la lentitud del proceso debido al interés del PP en escuchar las razones de los afectados de manera individual. Todos los casos han tenido una amplia repercusión en Internet. Se trata de imágenes que han circulado por la red en las que se ve al miembro de la ejecutiva de Nuevas Generaciones de Xàtiva Jorge Roca tras una bandera nazi; en otra, aparece el secretario general de esta organización en Gandía, Daniel Terrades, haciendo el saludo fascista junto a un monolito por los caídos. Además, el presidente de Nuevas Generaciones en Xàtiva, Xesco Sáez, y la concejala popular en Canals Carmen Melissa Ferrer posando junto a una bandera preconstitucional.

Daniel Terrades, secretario general de NNGG en Gandía, hace el saludo fascista ante un mausoleo para soldados del bando franquista. Foto vista en 'El comunista.net'



La débil respuesta del PP
La respuesta del PP y de Nuevas Generaciones ha sido todo menos contundente. La presidenta de esta organización juvenil, en una rueda de prensa sobre el asunto se dedicó a cargar contra los que critican estos gestos y no contra quienes los han llevado a cabo. Pilar Jurado calificó de “bochornoso e indignante” a los críticos y aseguró que hay una campaña contra su formación, con la que se pretende generalizar la “actitud reprochable de tres o cuatro personas de una organización con más de 100.000 afiliados”.

Bromas…chiquilladas
Entre los dirigentes del PP valenciano, Alfonso Rus, uno de los primeros en referirse a estos casos, consideró que se trataba de “chiquilladas”. El alcalde de Gandía, Arturo Torró, habló de “bromas tolerables” para la juventud. Esto, sin olvidar al portavoz popular adjunto en el Congreso, Rafael Hernando, que no encontró otra manera de defender a su partido que afirmar que “la República llevó a un millón de muertos”.

Los casos de manifestaciones fascistas citadas no fueron los únicos. El hijo de una concejala del PP de Bétera, en Valencia, publicó un artículo en el programa de fiestas de esa localidad en la que aparecía como Capitán España, envuelto en la bandera rojigualda y anunciando que era el encargado de rescatar a una joven secuestrada por “guerrillas de rojos”.

Jesús Parra, con camiseta clara, practicando junto a unos amigos el saludo preferido por Hitler y Franco



 

Cargos institucionales a favor del franquismo
Tampoco los ejemplos se circunscriben a Nuevas Generaciones. Cargos institucionales del PP también han sido denunciados por sus gestos o declaraciones a favor del franquismo. Es el caso del responsable de Turismo de la Diputación de Guadalajara y teniente de alcalde de la localidad alcarreña de Atienza, Jesús Parra, que se fotografió en Cuelgamuros con el brazo en alto.

También del alcalde de Beade, en Ourense, Senén Pousa, que presume de tener en su móvil como sintonía principal el Cara al sol y tiene en su despacho un retrato de Franco, o del regidor de Baralla (Lugo) Manuel González Capón, que aseguró en un pleno municipal que “quienes fueron condenados a muerte” durante el régimen de Franco “sería porque lo merecían”.