El Consejo de Ministros ha acordado hoy continuar el procedimiento de extradición a Argentina del policía Juan Antonio González Pacheco, “Billy el Niño” y  el antiguo guardia civil Jesús Muñecas Aguilar acusados de un delito de torturas en la querella por los crímenes del franquismo que instruye en Buenos Aires la jueza María Servini de Cubría. “Es un gran éxito de las víctimas del franquismo, y el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer”, ha manifestado a ELPLURAL.COM Carlos Slepoy, abogado de los querellantes. “Poco a poco se va horadando la impunidad del franquismo”.

La decisión del Gobierno se ha hecho pública en el día en que una veintena de denunciantes de desapariciones forzadas, niños robados, torturas, trabajos forzados y otros delitos denunciados ante el juzgado argentino han llegado a Buenos Aires para prestar declaración ante la magistrada. Y también el día en que ante el consulado se han presentado nuevas denuncias por torturas contra cinco policías de Valencia en el año 1971.

Solo quedan dos extraditables vivos
La referencia del Consejo de Ministros señala que la orden de extradición se dirigía hacia cuatro personas: “Juan Antonio González Pacheco, Jesús Muñecas Aguilar, Celso Galván Abascal y José Ignacio Jiralte González. La reclamación respecto a estos dos últimos fue archivada por fallecimiento por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, al que le correspondió tramitar la petición. Por ello, la continuación del procedimiento de extradición decidida hoy sólo afecta a González Pacheco y Muñecas Aguilar.”

Las torturas de Billly el Niño en la referencia oficial
Añade la nota oficial: “Juan Antonio González Pacheco, alias "Billy el niño", está reclamado por un delito de torturas que habría cometido sobre trece personas durante el tiempo en que estuvieron detenidas entre 1971 y 1975. La reclamación contra Muñecas Aguilar también se basa en un delito de torturas, pero, en concreto, las que habría cometido contra Andoni Arrizabalaga durante el tiempo que estuvo arrestado en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz (Guipúzcoa).”

Ahora hay que detenerlos
¿Qué ocurrirá ahora? “El Ministerio de Justicia debe comunicar esta decisión al Ministerio de Interior para que se inicie el proceso poniendo a estas personas a disposición del juez Pablo Ruz que está al frente del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. El juez decidirá si deben estar detenidos mientras continua el proceso de extradición y les tiene que preguntar si quieren o no ser extraditados, y si tienen un abogado o quieren uno de oficio .Puede, en vez de ordenar la detención, tomar otras medidas como por ejemplo, retirarles el pasaporte”, explicó Carlos Slepoy.

El estado argentino puede ser parte
También el fiscal estará presente y tras este trámite, el juez dará traslado a la sala de lo Penal de la Audiencia que pondrá en marcha el procedimiento de extradición. El estado argentino puede formar parte del proceso a efectos de defender la extradición. Esta es una decisión que tendrá que tomar el Gobierno de aquel país.

Tres alternativas
“A partir de aquí se abren tres alternativas –continúa el abogado- Que siendo españoles sean juzgados en España, es decir que sea la Audiencia la que decida si los juzga aquí por ser españoles y en virtud de los crímenes cometidos. La segunda opción es que se considere que los delitos denunciados no se pueden investigar en ESplaña y procede la extradición. Y por último que no se  acuerde ni una cosa ni la otra, es decir, que esos crímenes no se persiguen en España y por tanto no ha lugar la extradición”.

El Gobierno tiene la última palabra
En ese hipotético tercer caso, considera Slepoy que “si así fuera, la Audiencia Nacional favorecería la impunidad de los responsables de esos delitos.” Pero ¿y si la Audiencia da vía libre a la extradición? “Entonces, afirma el letrado, el Gobierno español tendría la última palabra” Eso es lo que ocurrió en el caso de Pinochet.

Orden de captura internacional
¿Y si entre tanto huyeran de España? “Existe una orden internacional de captura. Se les detendría y serían extraditados a Argentina”, dice Slepoy que añade: “Lo que ocurre ahora mismo es que entre las víctimas del franquismo hay una gran euforia. Hemos llegado a un punto impensable hace tiempo. Poco a poco se va horadando la impunidad del franquismo”.

Torturados con veinte años
Quienes han presentado las denuncias contra estas dos personas tenían apenas veinte años de edad cuando se enfrentaron a la dictadura, sufriendo por ello el más diverso tipo de represión: tortura, cárcel, exilio… También vieron morir a algunos de sus compañeros. José María Galante, de La Comuna, asociación que agrupa a víctimas de la dictadura y han declarado ante la jueza Servini  y realizó un duro relato de lo que le hicieron  a ELPLURAL.COM

El terror del pasillo
“Al entrar en la Dirección General de Seguridad (DGS) me hacen el pasillo, obligándome a pasar entre dos filas de agentes de la BPS y funcionarios de la Policía Armada que me golpean con porras, vergajos, me dan patadas, puñetazos…. Después me fichan y encierran en una celda”. Galante es una de las víctimas que ha denunciado a Billy el Niño un nombre recurrente en los escritos de los querellantes, por ser, explican, “especialmente brutal y sanguinario”

Golpista y con buena jubilación
El ex guardia civil Muñecas, está imputado por las torturas que sufrió Andoni Arrizabalada Basterrechea en 1968 en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz. Hoy, dicen sus víctimas, recibe la pensión máxima de jubilación por sus servicios prestados al Estado como guardia civil. Fue además uno de los militares golpistas el 23-F, aquel que anunció los diputados la “próxima” llegada de la “autoridad, militar, por supuesto” y dirigió el grupo armado que tuvo a su cargo la vigilancia de las puertas del Parlamento.