La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (i), junto al presidente de la Comunidad madrileña, Ignacio González (c), y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), saluda durante la presentación de la candidatura de Madrid 2020, en la 125 sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), hoy en Buenos Aires (Argentina). EFE



Iban a ser las Olimpiadas más baratas de la historia, de saldo. Y además, el dinero que faltaba ya los teníamos, según insistió Ana Botella ante el Comité Olímpico Internacional (COI). Pero ahora que la oposición propone invertirlo en gasto social, la pasta se ha esfumado, nunca estuvo ahí: "Tengo que despertarle del sueño, no nos ha tocado la lotería", respondió la concejal de Hacienda, Concepción Dancausa al líder socialista en Madrid, Jaime Lissavetzky.

La inversión, o inversioncita, que quedaba por hacer para Madrid 2020 era de 1.518 millones de euros. Según Botella, una cantidad que repartida entre Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y Gobierno central, a lo largo de seis años, supondría un gasto "asumible" de 75 millones anuales, tal y como recoge El País.

Inversiones útiles
Ahora que la candidatura ha pasado de sueño a pesadilla, el PSOE había pedido a Botella que invirtiese ese dinero en luchar contra la pobreza, fomentar el empleo, potencia el acceso a la vivienda pública, reflotar el hundido turismo de la ciudad, recuperar las becas comedor o limpiar una ciudad cada día más sucia.

"No nos ha tocado la lotería"
Pero la respuesta del gobierno municipal a Lissavetzky, en boca de su encargada de Hacienda ha sido: “Tengo que despertarle del sueño, no nos ha tocado la lotería". Según Dancausa, en realidad “nunca se contempló una reserva de crédito para las inversiones” olímpicas y “el compromiso de gasto no estaba en los presupuestos”.

Una esperanza
Ahora resulta que el dinero era una previsión: “A partir de 2016, la situación financiera generará unos excedentes que permitirán afrontar nuevos proyectos de inversión y reforzamiento de los servicios municipales que permiten el funcionamiento de la ciudad”. O sea, que los fondos saldrían de la esperanza de que la ciudad mejorase.

Compromiso con el COI
Sin embargo, el compromiso del Ayuntamiento con el COI era construir cuatro nuevas instalaciones deportivas, reformar otras dos y levantar la villa olímpica. Y todo esto debía empezar antes de 2016, por lo que Botella debería haber sacado los fondos de algún sitio y no esperar a conseguirlos en 2017.