El 2 de abril de 2009, Mariano Rajoy se refirió por primera vez al auto de inhibición del juez Baltasar Garzón sobre el caso Gürtel en el que les acusaba de recibir distintas cantidades de la red dirigida por Francisco Correa. Rajoy, que ese día visitaba el Parlamento Vasco para mostrar su apoyo al pacto alcanzado entre socialistas y populares, rompió su silencio y afirmó: “Estas dos personas (en referencia a Luis Bárcenas y Gerardo Galeote) no están imputadas por ningún tribunal, no están acusadas por nadie. La propia Fiscalía le ha dicho al juez Garzón que no mande el asunto al Tribunal Supremo porque cree que no hay indicios suficientes contra estas dos personas. Ellos afirman su inocencia y yo estoy convencido de que nadie podrá probar que no son inocentes”.



El PP: “Ejemplo de profesionalidad”
A penas tres meses después, y a raíz de las informaciones que iban apareciendo en la prensa, Luis Bárcenas se vio obligado a presentar su dimisión temporal como tesorero del PP por “lealtad” al partido y a Rajoy. Fue entonces cuando el Partido Popular, a través de un comunicado de prensa, se apresuró en dejar claro que la renuncia de Bárcenas era “transitoria hasta que quede acreditada su inocencia ante las instancias judiciales”. Además, desde Génova 13 quisieron reconocer los más de 28 años que Bárcenas había dedicado al “servicio del partido” habiendo sido durante todo ese tiempo “un ejemplo de profesionalidad”.

Cospedal pidió que Bárcenas volviera al PP
El 2 de septiembre de 2011, y contra todo pronóstico, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid archivó la imputación de Bárcenas al no encontrar pruebas suficientes de su implicación en la trama Gürtel. En ese momento, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, solicitó a Rajoy volver a integrar a Bárcenas en el aparato del partido. Además, la presidenta Castilla-La Mancha instó al PSOE a pedir disculpas porque “negaron” a las personas del PP el derecho a la presunción de inocencia.

Bárcenas: “No he mantenido relación alguna con Correa”
Igualmente de llamativas que las declaraciones de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal resultan las que en su día realizó el propio Bárcenas, quien a comienzos de la instrucción del caso Gürtel defendió en un comunicado que “es manifiestamente falso que haya mantenido relación ilícita alguna, directa o indirectamente, con el Sr. Correa o cualesquiera de sus empresas”. Además, el por aquel entonces tesorero del Partido Popular advertía que había dado instrucciones precisas para que sus abogados presentaran “querella criminal por la comisión de un delito continuado de prevaricación judicial” y estudiasen las “acciones penales” que pudiesen ejercer contra “determinados informadores” que habían vertido acusaciones de “gravedad” contra su personas.