El bipartidismo está en peligro de extinción, ante el desgaste del PP y el PSOE y el ascenso de Izquierda Unida y UPyD, según un sondeo de El País, que dibuja un escenario similar al de la etapa de la Transición, cuando cuatro partidos políticos se repartían la mayoría de escaños en el Congreso de los Diputados (UCD, Alianza Popular, PSOE y PCE. En este escenario, el movimiento 15-M no pierde empuje de cara a los ciudadanos, que consideran que los motivos que dieron lugar a este tipo de protesta no sólo se mantienen, sino que han aumentado.

El avance de IU y UPyD
El estudio, que se basa en las encuestas publicadas desde enero pasado, muestra que el PP bajaría a solo 139 escaños y el PSOE a un mínimo histórico de 90 diputados, frente a las espectaculares subidas de IU y UPyD que se convertirían en llave para cualquier combinación parlamentaria. La formación que dirige Cayo Lara alcanzaría 48 escaños y la que lidera Rosa Díez, 30.

310 diputados entre cuatro fuerzas
Los cuatro partidos sumarían, de acuerdo con esos sondeos, 310 diputados, los mismos a los que llegaban antes sólo el PP y el PSOE conjuntamente. En anteriores legislaturas, cuando alguno de estos dos partidos no conseguía la mayoría absoluta, se apoyaba en los votos de los partidos nacionalistas pero, si se confirmara el nuevo modelo, ahora ese apoyo ya no sería suficiente.

En este nuevo escenario, los nacionalistas pierden el peso que han tenido en otros tiempos y una formación como CiU dejaría de ser determinante.

El 15-M conserva su fortaleza
Por otra parte, el movimiento 15-M mantiene su pujanza y la simpatía de los ciudadanos, que consideran que los motivos que hicieron que los indignados salieran a la calle a protestar siguen vigentes e, incluso, han aumentado.

Un 63% le respalda
Un 63% de los españoles manifiesta su apoyo al 15-M, y entre los votantes del PSOE la cifra es aún mayor, un 87%. Los ciudadanos siguen respaldando la crítica de esta iniciativa social al sistema financiero, la denuncia de los desahucios o el cuestionamiento de estructuras institucionales, entre otras reivindicaciones.

Un 78% de los ciudadanos cree que los indignados aciertan en sus postulados y solo un 4% dice tener dudas sobre los motivos de la protesta. El apoyo es aún mayor entre los más jóvenes. El 60% cree que el movimiento 15-M pretende regenerar la actual democracia, en medio de una desafección creciente hacia los políticos actuales.