Hasta última hora, el ministro de Hacienda, Crisóbal Montoro, se mostró convencido de que la amnistía fiscal sería un éxito, pero apenas ha recaudado 1.200 millones de euros de los 2.500 previstos.  Los técnicos de Hacienda alertaron de que con ese plan se estaba desalentando a los contribuyentes cumplidores y a los inspectores.

A unos días de que concluyera la posibilidad de acogerse la amnistía fiscal, Montoro hizo un llamamiento a los potenciales 'beneficiarios' instiendo en que la medida sería un "éxito". El 30 de noviembre acabó el plazo y hoy el Gobierno ha anunciado el resultado: se han recaudado 1.200 millones, el 48 por ciento de los 2.500 millones que había previsto.

Montoro: "ha valido la pena"
Según Montoro, "ha valido la pena hacer [la amnistía] en un momento como el que vive España", ya que ese dinero permitirá financiar servicios públicos y ayudar al control del déficit público. Además, ha valorado el afloramiento de bases de imponibles de 12.000 millones de euros -que seguirán tributando en el futuro-, un mensaje en el que ha insistido también desde Bruselas el ministro de Economía Luis de Guindos.

Bonificando a los defraudadores
El PSOE cree con la amnistía se ha cerrado un "capítulo inmoral" en el PP. Desde Gestha, sindicato de técnicos de Hacienda, ya se avisó en su momento de que lo que se recaudura tendría un coste, y es que la "amnistía fiscal" suponía "una discriminación" en la que se "bonificando" fiscalmente los defrauduras. El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, advirtió de que suponía "un mal mensaje" a los contribuyentes que cumplen y "un desaliento para los técnicos e inspectores de Hacienda".